Explora lo mejor en viajes 2024
Al adentrarse a pie en Haleakalā, lo primero que llama la atención es el paisaje lunar, que parece desmigajarse. Luego se aprecia el inquietante silencio: solo se oye el crujir de las cenizas volcánicas. El sendero continúa por un mundo sobrenatural, un cuadro de lava inhóspita, conos de ceniza y nubes siempre cambiantes. En la costa, las cascadas se precipitan a pozas centelleantes, flanqueadas por senderos, miradores y un asombroso bosque de bambú