La moneda de México es el peso (MXN).
En este país sigue funcionando principalmente el dinero en efectivo. Hay cajeros automáticos y oficinas de cambio por todas partes.
Se puede pagar con tarjeta de crédito en muchos hoteles de precio medio y alto, restaurantes y tiendas.
Se puede hacer en los bancos y las casas de cambio. En los bancos hay más colas y el horario es más reducido. Hay casas de cambio en casi todas las poblaciones grandes o medianas y en algunas pequeñas. En algunas casas de cambio se pide el pasaporte.
Hay muchos, los llaman cajas permanentes y es lo más fácil para reintegros en efectivo (pesos o dólares), aunque sigue sin haber en algunas zonas turísticas, pocas. Admiten las principales tarjetas de crédito y otras, como las integradas en los sistemas Cirrus y Plus.
Los cajeros automáticos de los bancos ofrecen mejor cambio que la “tarifa turística” (pero también se cobran sus comisiones).
Se recomienda preguntar si hay descuentos en los precios de las habitaciones, sobre todo en temporada baja o estancias de más de dos noches.
En los mercados se suele regatear y en taxis sin taxímetro quizá se puedan rebajar algunos pesos.