Buenos Aires está bien comunicada por avión, con vuelos directos a ciudades de todo el mundo como Madrid, Nueva York, Miami, Londres, Fráncfort, Ámsterdam y Auckland, y también a las principales ciudades de Sudamérica.
Si se viaja por tierra, lo más probable es que se llegue a la estación de autobuses de Retiro, desde donde salen autobuses de larga distancia hacia destinos de toda Argentina, y también a Chile y Paraguay.
Un número reducido de trenes conectan la capital con Rosario, Córdoba, Tucumán, Bahía Blanca, Tandil y Mar del Plata. Los billetes son baratos pero suelen agotarse con mucha antelación.
Los ferris conectan Buenos Aires con Colonia y Montevideo, en Uruguay.
Casi todos los vuelos internacionales llegan al aeropuerto internacional Ministro Pistarini (Ezeiza; 011-5480-6111; www.aa2000.com.ar) de Buenos Aires, unos 35 km al sur del centro. Ezeiza es un aeropuerto moderno con cajeros automáticos, restaurantes, farmacia, tiendas libres de impuestos y una pequeña oficina de correos (9.00-17.00 lu-vi).
Hay una caseta de información turística nada más pasar la aduana.
Al salir de Buenos Aires, hay que llegar al menos 2-3 h antes de la hora de salida del vuelo internacional; las colas para los controles de seguridad e inmigración pueden ser largas. Y hay que contar con que se puede tardar 1 h o más en llegar por el tráfico.
Casi todos los vuelos nacionales aterrizan en el aeroparque Jorge Newbery (011-5480-6111; www.aa2000.com.ar; av. Rafael Obligado), cerca del centro.
Un ferri regular enlaza Buenos Aires con las ciudades uruguayas de Colonia y Montevideo. Los de Buquebus (011-4316-6530; www.buquebus.com; av. Antártida Argentina 821) y Seacat zarpan de la misma terminal en Puerto Madero. Está a 15 min andando de la estación de subte Alem, en la línea B.
Colonia Express (011-4317-4100; www.coloniaexpress.com; av. Don Pedro de Mendoza 330) es la compañía más barata, pero con pocas salidas; su terminal está en un barrio industrial cerca de La Boca; hay que tomar un taxi. Para conseguir los mejores precios es necesario reservar en línea con antelación.
La moderna terminal de autobuses de Retiro (011-4310-0700; www.retiro.com.ar; av. Antártida Argentina) tiene 400 m de largo y dársenas para 75 autobuses. La planta baja es para carga y consigna de equipajes, la planta superior para venta de billetes, y la del medio para todo lo demás.
Hay un puesto de información (011-4310-0700; 24 h) sobre autobuses y horarios, más una oficina de turismo cerca del puente 3, en la planta principal, al mismo nivel de la dársena 36. Otros servicios: cajeros automáticos, locutorios telefónicos (algunos con acceso a internet), cafés y muchas tiendas pequeñas. Hay una caseta donde se puede comprar la tarjeta SUBE.
Aquí en Retiro se puede adquirir un billete para prácticamente cualquier punto de Argentina, y las salidas hacia los destinos con más tráfico de pasajeros son bastante frecuentes. Los billetes pueden comprarse en línea utilizando los servicios de reserva Omnilíneas (www.omnilineas.com) o Plataforma 10 (www.plataforma10.com.ar), o en la web de la compañía de autobuses (dependiendo de la ruta).
Un servicio limitado de trenes conecta Buenos Aires con las provincias cercanas. Hay que reservar; los billetes suelen agotarse con antelación.
Para los que viajan solos, lo mejor es tomar un autobús de enlace de compañías como Manuel Tienda León (MTL; 011-4315- 5115; www.tiendaleon.com; av. Eduardo Madero 1299; Línea C Retiro); su puesto se verá nada más salir de la aduana, en la zona de transportes del “lobby”. Los frecuentes servicios de enlace cuestan 240 ARS/persona hasta el centro, funcionan todo el día y toda la noche, y tardan 40-60 min hasta el centro, dependiendo del tráfico; dejan en la oficina de MTL en Retiro, donde se puede tomar un taxi.
Otro servicio es ArBus (011-4897-4258; http://arbus.com.ar), que para en el centro, Retiro y Palermo (200 ARS/persona).
Para viajeros independientes está Hostel Shuttle (011-4511-8723; www.hostelshuttle.com.ar; 13 US$); véase la web para conocer los horarios y los lugares donde se deja a los pasajeros (solo en ciertos albergues); conviene reservar. Después de pasar por la zona de transporte del “lobby” y por donde se instalan los captadores de clientes para los taxis se verá la parada de taxis, con el letrero azul Taxi Ezeiza (011-5480-0066; www.taxiezeiza.com.ar;Ezeiza-centro 780 ARS; 4 h).
Manuel Tienda León y ArBus ofrecen traslados cada hora desde Ezeiza al aeroparque. Para ir del aeroparque al centro se toma el autobús público nº 33 o 45; hará falta una tarjeta de transporte SUBE cargada con crédito, porque los autobuses ya no aceptan efectivo.
Un taxi hasta el centro cuesta unos 160 ARS.
Para quienes no se arredran ante las dificultades de pedalear en en una gran ciudad, la bicicleta suele ser la manera más rápida y agradable de moverse por Buenos Aires. La ciudad es casi toda llana, la mayoría de las calles son de dirección única, y existe una red de 130 km de carriles-bici interconectados. Hay que estar muy atentos al tráfico (en caso de duda, siempre se debe ceder el paso; estar preparados para que algún vehículo se salte un semáforo en rojo; y tener especial cuidado con los autobuses, dando siempre por sentado que no ven a los ciclistas). Si se circula por una de las grandes avenidas de sentido único (p. ej., Corrientes), hay que utilizar el último carril de la izquierda (vigilando las motocicletas).
El Ayuntamiento ofrece un sistema gratuito de bicicletas urbanas (EcoBici; 0800-333-2424; www.buenosaires.gob.ar/ecobici/sistema-ecobici/turistas; 24 h) llamado Ecobici, que pueden utilizar los turistas. Es preciso cumplimentar el formulario de registro en línea o mediante la aplicación, y subir una fotografía del pasaporte. Tras el registro, ya puede utilizarse la aplicación de Ecobici para alquilar una bicicleta introduciendo un código de acceso en cualquiera de las estaciones de bicicletas (sin personal). Harán falta los datos del teléfono móvil para utilizar la aplicación mientras se está en las estaciones. El período gratuito de alquiler es de 1 h entre semana y 2 h los fines de semana.
En cualquier oficina de turismo puede pedirse el plano de ciclovías de la Ciudad de Buenos Aires, que recoge los carriles-bici y la ubicación de las estaciones y los talleres de reparación bicicletarías). También se puede entrar en http://comollego.ba.gob.ar para trazar la ruta. Otra posibilidad es apuntarse a los circuitos en bicicleta por la ciudad –se recomienda Biking Buenos Aires–, que incluyen bicicleta y guía.
Buenos Aires cuenta con una enorme y compleja red de autobuses. El Ayuntamiento ha creado la web Cómo Llego (http://comollego.ba.gob.ar) para ayudar a organizar el viaje; hay una aplicación gratuita que puede descargarse en el móvil.
Para utilizar los autobuses hace falta una tarjeta SUBE; ya no se aceptan monedas. El mejor sitio para obtenerla son los puestos de información turística; hay que presentar el pasaporte.
La mayoría de las líneas de autobuses funcionan las 24 h, con menos servicios por la noche. Los asientos delanteros se destinan a mayores, embarazadas y mujeres con niños pequeños.
Este nuevo sistema consiste en una red de carriles exclusivos y paradas para autobuses en varias de las principales arterias de la ciudad: Metrobús 9 de Julio (de Constitución a Recoleta), Metrobús Norte (de plaza Italia, en Palermo, por la avenida Cabildo hasta Belgrano), Metrobús Juan B. Justo (de Palermo a Liniers), Metrobús Sur (de Constitución a General Paz), Metrobús San Martín (de avenida Juan B. Justo a General Paz) y Metrobús Del Bajo (por el paseo Colón y Alem desde la avenida Independencia hasta Retiro).
Cualquiera que sopese la posibilidad de conducir en Buenos Aires debe saber que puede resultar complicado. El catálogo de problemas incluye conductores agresivos, autobuses impredecibles, baches, tráfico denso, dificultad para aparcar y que los peatones cruzan las calles a su capricho. Por tanto, conviene replantearse la
necesidad de disponer de coche en esta ciudad; el transporte público suele llevar a cualquier parte más deprisa, por menos dinero y con mucho menos agobio.
El subte de Buenos Aires se inauguró en 1913 y es la manera más rápida de moverse por la ciudad, a pesar del calor y los abarrotamientos que hay que soportar durante la hora punta (8.00-10.00 y 18.00-20.00). Cuatro líneas paralelas –A, B, D y E– van del centro a la periferia occidental. La línea C discurre de norte a sur y enlaza
las dos estaciones principales de tren, Retiro y Constitución. La línea H va hacia el sur desde Las Heras hasta Hospitales, y está en proyecto su ampliación. Para utilizar el subte se necesita una tarjeta SUBE. El mejor sitio para conseguirla son los puestos de información turística; cada viaje cuesta 7,50 ARS.
Los trenes circulan de 5.00 a 20.30 de lunes a sábado y hasta las 20.00 los domingos y festivos, así que no se puede contar con el subte para regresar al hotel después de cenar. Los servicios son frecuentes entre semana e inferiores los fines de semana. En algunas estaciones los andenes están en lados opuestos, así que hay que estar seguro de la dirección en que se viaja antes de pasar por el torniquete.
Los taxis bonaerenses, numerosos (40 000 aprox.) y relativamente baratos, se reconocen por estar pintados de negro y amarillo. El taxímetro corre cada 200 m (o cada minuto de espera) y la carrera cuesta un 20% más después de las 18.00; al empezar el viaje hay que asegurarse de que está ajustado a las tarifas vigentes. Los taxistas no esperan una gran propina, pero es costumbre dejarles el cambio menudo. Los taxis libres llevan una luz roja encendida en el ángulo superior derecho del parabrisas.
La mayoría de los taxistas son trabajadores honrados, pero siempre se encuentra alguna excepción. Conviene tener cierta idea de adónde se quiere ir para evitar que el conductor tome la ruta “turística”, aunque muchas calles son de sentido único y la ruta hasta un destino determinado puede ser muy distinta al regreso.
Lo más recomendable es parar un taxi oficial, reconocibles por el techo rojo y el número de licencia en las puertas; el rótulo de “radiotaxi” suele ser buena señal. Los taxistas oficiales deben llevar su licencia visible en la parte trasera de su asiento o en el salpicadero.
Muchos porteños aconsejan llamar a un remise en vez de parar taxis por la calle. No se distinguen de un coche particular y no llevan taxímetro; cuestan un poco más que un taxi convencional, pero se los considera más seguros porque los envía una compañía legalmente establecida. La mayoría de los hoteles y restaurantes se ocupan de pedir uno; suelen tardar un poco en llegar.
El centro de Buenos Aires está conectado por ferrocarril con los barrios y las provincias cercanas. Es el mejor medio de transporte para los desplazamientos diarios por trabajo, pero generalmente de poca utilidad para los turistas. Para llegar a Tigre o San Isidro hay que tomar la línea Mitre desde la estación de Retiro.