En la plaza más grande del mundo se puede observar a la gente y, al amanecer, la izada diaria de la bandera. Se debe volver para disfrutar de la fantástica luz del ocaso.
La plaza de Tiananmén
Brian Kinney_Shutterstock
En la plaza más grande del mundo se puede observar a la gente y, al amanecer, la izada diaria de la bandera. Se debe volver para disfrutar de la fantástica luz del ocaso.