La clave para no tener problemas de salud es la prevención y el sentido común. Las enfermedades infecciosas pueden evitarse con unas sencillas precauciones. En caso de necesitar vacunas, se debe ir al médico ocho semanas antes de viajar, ya que algunas requieren varias dosis o tardan un tiempo en resultar efectivas.
Las razones más habituales para necesitar atención médica son los accidentes de tráfico, que pueden evitarse, en parte, usando el cinturón y respetando los límites de velocidad de las carreteras, que no están en las mejores condiciones.
Los centros médicos suelen ser muy buenos, sobre todo en Ammán, donde hay excelentes hospitales modernos. En caso de emergencia hay que ponerse en contacto con la embajada o el consulado donde, al menos, se recibirá información fiable. Y no hay que olvidarse del seguro médico.
Se recomienda encarecidamente contratar uno antes de viajar a Jordania, comprobando que incluya lo siguiente:
Conviene llevar:
Las medicinas deben transportarse en sus envases originales, con etiquetas que indiquen su contenido. Conviene llevar una carta del médico, fechada y firmada, donde se describan las afecciones médicas y la medicación necesaria, incluida su denominación genérica. Si se viaja con jeringas o agujas, se debe llevar una carta del médico donde se explique su necesidad y tenerla siempre a mano al cruzar fronteras.
Antes de viajar hay que consultar las webs de los departamentos de salud:
Argentina (www.msal.gov.ar)
Chile (www.minsal.cl)
España (www.mscbs.gob.es)
EE UU (www.cdc.gov/travel)
México (www.insp.mx)
Además de estas webs oficiales, las siguientes ofrecen información útil en temas de salud:
Centers for Disease Control (www.cdc.gov) Cuestiones de salud al visitar Jordania y sus países vecinos.
MD Travel Health (www.mdtravelhealth.com) Recomendaciones de salud durante el viaje para todos los países, actualizadas diariamente y gratis.
Organización Mundial de la Salud (www.who.int/ith) Publica un libro en línea gratuito, Viajes internacionales y salud (la versión en inglés, International Travel and Health, se revisa anualmente).
International Travel Health Guide (Stuart R. Rose, MD)
The Travellers’ Good Health Guide (Ted Lankester) Guía de particular interés para voluntarios y expatriados que trabajan en Oriente Próximo.
Traveller’s Health (Dr. Richard Dawood)
Viajar con niños (Lonely Planet) Incluye consejos de salud al viajar con niños.
La asistencia médica es de calidad y todos los tratamientos de urgencia que no requieren hospitalización son gratis. Resumen de los servicios disponibles:
Suele ser seguro beber agua del grifo, pero si el viaje va a ser corto es mejor beberla embotellada. Se vende por doquier; hay que comprobar que el precinto no esté roto. También se puede hervir el agua del grifo 10 min, usar pastillas para purificar el agua o un filtro.
El agua del grifo del sur del país, sobre todo en Wadi Rum, proviene de fuentes naturales de Diseh, por lo que es muy pura. No se debe beber agua en los wadis, ya que en las pozas puede haber abrevado el ganado. En el valle del Jordán la disentería amebiana puede causar problemas.
En caso de quedarse tirado en el desierto, conviene recordar que es más fácil enfermar de gravedad (e incluso morir) por deshidratación que por un estómago revuelto. Es decir, si se nos ofrece agua en caso de necesidad, es mejor preocuparse de su procedencia después de beber.
El riesgo de enfermar por comer alimentos preparados en condiciones antihigiénicas es mínimo, sobre todo si se siguen estas pautas:
La difteria se transmite por vía respiratoria. Causa fiebre alta y dolor de garganta. A veces se crea una membrana en la garganta que obliga a practicar traqueotomías para evitar la asfixia. Se recomienda la vacuna para las personas que vayan a estar en contacto próximo con la población local de zonas infectadas. Se administra por inyección única o junto a la del tétanos (es posible haber recibido la vacuna combinada de niño) y dura 10 años.
Se transmite a través de agua y alimentos contaminados (sobre todo, moluscos). Causa ictericia y, aunque no suele ser mortal, puede causar letargia prolongada y una recuperación lenta. Los síntomas incluyen: orina oscura, esclerótica amarilla, fiebre y dolor abdominal. La vacuna se administra inyectada; la de la hepatitis A y la fiebre tifoidea pueden administrarse en dosis única.
Se transmite a través de sangre infectada, agujas contaminadas o relaciones sexuales. Puede causar ictericia, afecta al hígado y puede llegar a provocar insuficiencia hepática. Todos los viajeros deberían vacunarse. Muchos países han añadido esta vacuna en los calendarios de vacunación infantiles. Se administra sola o junto a la de la hepatitis A. Un ciclo de vacunación, que se puede administrar a lo largo de cuatro semanas o seis meses, proporciona una protección mínima de cinco años.
Se contagia a través de sangre y componentes sanguíneos infectados, por relaciones sexuales con una persona infectada o de una madre infectada a su hijo recién nacido. Se puede transmitir por contacto sanguíneo en instrumental médico contaminado en procedimientos médicos y dentales, acupuntura, perforación corporal o compartir agujas intravenosas.
No existen cifras fiables sobre el número de personas con VIH o SIDA (ni siquiera la agencia de la ONU, UNAIDS, tiene datos) en Jordania, pero dados los tabúes de la sociedad jordana sobre drogas, homosexualidad y promiscuidad, la enfermedad es relativamente rara. El contagio por transfusión sanguínea es tan improbable como en la mayoría de los países occidentales y, además, lo más probable es que en caso de requerir cirugía se opte por repatriar al viajero.
Para solicitar una segunda ampliación de visado para una estancia superior a tres meses puede ser necesario presentar una prueba negativa de VIH.
Se suele transmitir a través de agua o comida contaminada. Su vacuna se administra en la infancia y debería darse una dosis de refuerzo cada 10 años, oral (una gota sublingual) o inyectada. Se puede ser portador asintomático, aunque puede causar fiebre transitoria y, en casos excepcionales, debilidad muscular o parálisis potencialmente permanente. Actualmente la enfermedad no está presente en Jordania, pero prevalece en los países vecinos.
Se transmite a través de mordeduras o de la saliva de un animal infectado en contacto con heridas abiertas. Es mortal. Deben vacunarse quienes trabajen con animales y todo aquel que viaje a zonas alejadas donde no exista la seguridad de conseguir vacuna tras la mordedura en menos de 24 h. Se deben administrar tres inyecciones en un mes. En caso de contacto con un animal infectado y no estar vacunado se necesita un ciclo de cinco inyecciones a iniciar en las 24 h posteriores a la herida. La vacunación no ofrece inmunidad total, solo proporciona tiempo para buscar asistencia médica.
Se transmite por vía respiratoria y, a veces, a través de leche o productos lácteos infectados. La vacuna BCG se recomienda para los viajeros que vayan a estar en contacto cercano con la población local. Es más importante para quienes van a visitar a la familia, planean una estancia larga o para quienes trabajen en educación o sanidad. Puede ser asintomática, aunque los síntomas pueden incluir tos, pérdida de peso o fiebre, meses o, incluso, años después de la infección. Para confirmar el diagnóstico se necesita una radiografía. La BCG protege moderadamente de la tuberculosis. Causa una cicatriz permanente en el punto de inyección y suele administrarse únicamente en clínicas especializadas en neumología. Al ser una vacuna viva no debe administrarse a mujeres embarazadas o personas inmunodeprimidas. La vacuna BCG no está disponible en todos los países.
Se contagia a través de agua o alimentos contaminados por heces humanas infectadas. El primer síntoma suele ser fiebre o un sarpullido abdominal de color rosa. Puede causar septicemia. La vacuna protege durante tres años. En algunos países también se administra la vacuna oral Vivotif.
No hay que vacunarse contra la fiebre amarilla a menos que se llegue desde una zona de transmisión o se haya estado en una zona de transmisión dos semanas antes de entrar en Jordania. En ese caso es necesario un certificado de vacunación de fiebre amarilla acreditado por una clínica competente.
Jordania no es un país peligroso, pero existen riesgos relacionados con el desierto. Puede ser problemático ir de excursión por el desierto a pleno sol, sobre todo en Wadi Rum. A pesar de que los problemas derivados del calor son los más habituales, no hay que olvidar que en invierno hace mucho frío, por lo que si se acampa de diciembre a febrero sin el material adecuado el riesgo de hipotermia es alto.
Es esencial contar con un seguro en caso de robo, pérdida e incidencias médicas. La póliza debería cubrir las ambulancias y la repatriación urgente en avión.
Algunas pólizas excluyen las actividades peligrosas, como el motociclismo e incluso el senderismo. Se debe tener un seguro para practicar submarinismo en Aqaba (el tratamiento de cámara de decomprensión es muy caro).
Hay pólizas que gestionan los gastos médicos u hospitalarios directamente, y en otras se solicita el pago de esos gastos posteriormente, por lo que hay que guardar toda la documentación. Algunas compañías piden que se llame a cobro revertido a un centro en el país de origen, donde se evalúa inmediatamente el problema.
En www.lonelyplanet.com/travel-insurance se puede contratar un seguro de viaje internacional, así como ampliarlo y hacer reclamaciones en línea en cualquier momento, incluso si ya se está de viaje.
Antes y durante el viaje recomendamos que cualquier información relacionada con seguridad, salud, trámites administrativos como la expedición de visados, etc. sea verificada con el Ministerio de Asuntos Exteriores del país del viajero.