Y es que en este momento del calendario la ciudad más cosmopolita de Irlanda se tiñe de verde: es St Patrick’s Day. Cada 17 de marzo Dublín se engalana de fiesta y celebra por todo lo alto el día de su patrón con un festival y mucha cerveza durante cuatro días completos. Estos son algunos planes imprescindibles para exprimir al máximo Dublín y sacarle todo el jugo a la fiesta (y no todos incluyen beber cerveza).
1. Un desfile por todo lo alto
El desfile más característico de la ciudad comienza al mediodía del 17 de marzo en la Parnell Square. Desde allí una marea verde comienza a serpentear hasta la O'Connell Street, Westmoreland Street, Dame Street, y Lord Edward Street, antes de cruzar por Christ Church Cathedral y pasar por la catedral de St Patrick. Este es el momento álgido de las celebraciones, un gigante acontecimiento que reúne agrupaciones, carrozas y delegaciones de todo el mundo.
2. Descubrir la cultura irlandesa
Del 14 al 18 de marzo los dublineses, y los viajeros, pueden disfrutar de un variado catálogo de eventos que incluyen visitas guiadas a algunos monumentos, exposiciones, conciertos, ferias artesanales y actos culturales. Una oportunidad única para sumergirse en la cultura irlandesa y vibrar con su música y su creatividad.
3. Beber cerveza
Si algo en Irlanda puede eclipsar al verde de San Patricio, esa es, sin duda, su cerveza. La archiconocida Guinness (cuya fábrica merece la pena visitar para aprender un poco más sobre la elaboración e historia de esta clásica bebida), celebra también su propio festival en torno al Día de San Patricio. Y allí se encontrará música en vivo, catas y degustaciones y cerveza en abundancia.
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4. Un poco más de cultura
Es muy posible que si se viaja a Dublín por St Patrick se acabe convirtiendo en un dublinés más, de ahí que para conocer mejor la nueva ciudad adoptiva merezca mucho la pena una visita al Archivo Nacional de Irlanda, un tesoro histórico, situado en la Bishop Street, que almacena ancestrales registros. Y para continuar investigando la historia y los antepasados es obligatorio visitar la Biblioteca Nacional de Irlanda, que cuenta con un asesor de la genealogía irlandesa, así como el Museo Glasnevin. Otro de los grandes iconos dublineses es el bello campus de Trinity College, la universidad de Dublín.
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5. Todo en verde
Quien esté en Dublín el día de St Patrick, solo puede vestirse con un color: el verde. Sombreros verdes, exuberantes pelucas y tréboles por doquier que se pueden conseguir con facilidad en Carrolls. También hay que echar un ojo a la artesanía y el diseño del Temple Bar, y a la ropa de época y los discos de vinilo del mercado de Thomas Street. Los amantes de lo vintage encontrarán en Lower Liffey Street su particular paraíso, y en Grafton Street, la calle más comercial de Dublín, se asientan las tiendas más lujosas de la ciudad.
6. Para los amantes de U2
Qué mejor alojamiento que el hotel de Bono, su cantante. The Clarende es una de las mejores opciones donde alojarse por su encanto, sus 50 habitaciones y una ubicación perfecta. Este edificio de 1852 fue reformado en 1992 y ampliado, con un plan arquitectónico firmado por Norman Foster, en 2004. Sin duda, el mejor lugar para descansar del delicioso ajetreo de St Patrick’s Day.
