Best in Europe 2018: los 10 mejores destinos europeos

Texto por
Varios autores de Lonely Planet
San Vicente de la Barquera, Cantabria, España
Javier Fernández Sánchez_Getty_Images

Los 10 mejores destinos de Europa para el 2018

Los expertos en viajes de Lonely Planet han recorrido cada centímetro cuadrado de Europa en busca de los mejores destinos para el 2018. Desde apetitosas regiones hasta los cantos de sirena de islas pequeñas y poco conocidas o el auge de revitalizadas ciudades, todos estos destinos merecen formar parte de la lista de los sitios a visitar en esta vida. La única duda es adónde viajar primero…

Brisighella, Emilia-Romaña, Italia © GoneWithTheWind / Shutterstock

Brisighella, Emilia-Romaña, Italia © GoneWithTheWind / Shutterstock

 

1. Emilia-Romaña, Italia

¿Es Emilia-Romaña donde mejor se come en Italia? La respuesta podría ser rotundamente afirmativa gracias a su cuarteto de tradiciones culinarias autóctonas: el ragù –que no debe confundirse con los mal llamados espaguetis a la boloñesa– nació en su capital, Bolonia; el prosciutto di Parma procede, como su nombre indica, de Parma; el vinagre balsámico es el orgullo de Módena (junto con la Osteria Francescana, un restaurante con tres estrellas Michelin elegido como el segundo mejor del mundo en el 2017); y el parmigiano reggiano (el queso), también es originario de esta región.

Entre comidas tan estelares, destacan nuevas atracciones como el FICO (el parque temático culinario más grande del mundo), en Bolonia; el Museo Nacional del Judaísmo Italiano y la Shoah, en Ferrara; y el restaurado Cinema Fulgor, en Rimini, que pronto contara con un museo dedicado al legendario realizador Federico Fellini, nutren también la mente. Además, los numerosos vuelos con compañías low-cost a Italia auguran que Emilia-Romaña será un festín para los viajeros en el 2018.


Más información de Emilia-Romaña, aquí.

 

Santillana del Mar, Cantabria, España © Javier Fernández Sánchez / Getty Images

Santillana del Mar, Cantabria, España © Javier Fernández Sánchez / Getty Images

 

2. Cantabria, España

La cautivadora y verde región de Cantabria es uno de los tesoros inesperados de España: una tierra de playas agrestes de arena fina arropadas por acantilados, pueblos preciosos como Santillana del Mar y Comillas, iglesias perdidas en el tiempo y excavadas en la arenisca de las orillas del río Ebro, y algunos de los mejores ejemplos de pinturas rupestres de Europa.

La puerta de entrada a Cantabria, el animado puerto de Santander, ha revitalizado su frente marítimo con la inauguración del Centro Botín –un sorprendente y moderno centro cultural diseñado por el célebre arquitecto Renzo Piano– y los ferris directos procedentes de Irlanda que abren la ciudad a nuevos habitantes. El magnífico telón de fondo de todo ello es el parque nacional más antiguo de España, el de los Picos de Europa, que este verano celebra su centenario promoviendo un montón de eventos; una razón más para explorar sus picos escarpados, sus prados alpinos y sus gargantas calizas del oeste.


Más información de Cantabria, aquí.

 

Frisia, Países Bajos © Shahid Khan / Shutterstock

Frisia, Países Bajos © Shahid Khan / Shutterstock

 

3. Frisia, Países Bajos

Casi toda la gente que visita los Países Bajos opta por Ámsterdam, pero este año la provincia de Frisia acapara la atención porque su capital, Leeuwarden, una pequeña ciudad con una animada cultura de cafés, compras eclécticas y canales flanqueados por casas históricas, ha sido proclamada Capital Europea de la Cultura 2018. La ciudad lo celebra con un programa de instalaciones, festivales y eventos que incluye una gran exposición en el Fries Museum dedicada a uno de los artistas más conocidos de Leeuwarden, M.C. Escher.

Más allá de la ciudad, los campos fértiles salpicados de diques enmarcan una nueva ruta artística, Sense of Place, que rinde homenaje a la belleza del paisaje de la región. Un elemento destacado es el apacible cuarteto de islas del mar de Frisia, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco, el lugar ideal para evadirse entre dunas de arena, extensas playas y llanuras de marea.


Más información de Frisia, aquí.

 

Prizren, Kosovo © milosk50 / Shutterstock

Prizren, Kosovo © milosk50 / Shutterstock

 

4. Kosovo

Citado constantemente como destino emergente, el pequeño Kosovo, emparedado entre dos cordilleras montañosas en pleno corazón de los Balcanes, ha permanecido fuera del radar de la mayoría de los viajeros durante mucho tiempo. Pero parece que todo esto va a cambiar en el 2018 porque el país celebra sus 10 años de discutida independencia.

Repleta de energía, la segunda nación más nueva del mundo también cuenta con la media de población más joven de Europa, y es su ímpetu lo que nutre el desarrollo del país. El tramo kosovar de la ruta excursionista Via Dinarica, que atraviesa los Balcanes, muestra el paisaje montañoso del país de una manera espectacular; y cada vez son más los aficionados al cine que asisten cada verano al Dokufest, un aclamado festival de cine documental que tiene lugar en Prizren, la sublime ciudad de época otomana. Después de las excursiones y el cine, la floreciente región vinícola de Rahovec cautiva con su docena larga de viñedos.


Más información de Kosovo, aquí.

 

La Provenza, Francia © sam74100 / Getty Images

La Provenza, Francia © sam74100 / Getty Images

 

5. La Provenza, Francia

No hay otro lugar que personifique mejor l’art de vivre francés que la Provenza. El viajero puede dar rienda suelta a su romanticismo entre los campos de lavanda y los olivares que han cautivado la imaginación artística del mundo; relajarse en una costa llena de pueblos encantadores y turquesas calas entre acantilados (calanques); y explorar la chic Aix-en-Provence y la bulliciosa Marsella, que ofrecen bares de moda en pequeños callejones, restaurantes con estrellas Michelin, y un contemporáneo y valiente panorama artístico.

Este año el arte seguirá al alza con la inauguración del espacio expositivo de la Fondation Carmignac en la Île de Porquerolles y con un impresionante programa artístico que tomará los antiguos garajes del ferrocarril reformados de la Fondation Luma, diseñada por Frank Gehry, en Arlés. Además, llegar a la Provenza es fácil gracias a los numerosos vuelos low-cost a Marsella y Niza.


Más información de La Provenza, aquí.

 

Dundee, Escocia © Ross Fraser McLean / V&A

Dundee, Escocia © Ross Fraser McLean / V&A

 

6. Dundee, Escocia

Con la inauguración del V&A este septiembre, Dundee es una ciudad que mira hacia el futuro. Situado al borde del Craig Harbour, este edificio angular de hormigón del arquitecto Kengo Kuma, inspirado en las formas de un acantilado escocés, será el principal centro del diseño del país y mostrará 300 años de innovación.

Las ideas destacadas merecen un espacio destacado, y este museo de la era espacial es el primer paso de un proyecto de regeneración de 30 años y mil millones de libras impulsado por el título de Ciudad del Diseño que la Unesco otorgó a Dundee en el 2014. La reforma transformará el histórico frente marítimo de la ciudad, construyendo un ‘salón social’ al borde del plateado río Tay para arropar una escena creativa que atrae cada vez con más fuerza al talento más visionario del Reino Unido.


Más información de Dundee, aquí.

 

Cícladas Menores, Grecia © Nicole Kwiatkowski / Shutterstock

Cícladas Menores, Grecia © Nicole Kwiatkowski / Shutterstock

 

7. Las Pequeñas Cícladas, Grecia

Repartidas por el mar Egeo entre Naxos y Amorgos, las Pequeñas Cícladas quedan fuera del radar de los viajeros que visitan esta cautivadora parte del mundo, si bien una de ellas –Koufonisia– empieza a ser muy conocida entre los viajeros más entendidos. Conviene visitarlas para disfrutar de las islas griegas tal y como eran hace décadas, sobre todo Iraklia, Esquinusa y Donoussa.

Su encanto radica en prístinas playas y tabernas, un ritmo de vida pausado y una extraña sensación de atemporalidad; ingredientes esenciales para desconectar de todo. Pero no hay que alargar mucho la visita: cada vez son más las compañías de ferris de alta velocidad que incorporan las Cícladas Menores en sus rutas, sobre todo Koufonisia, la estrella al alza, con preciosas playas y una larga calle principal encalada llena de restaurantes y cafés.


Más información de las Pequeñas Cícladas, aquí.

 

Vilna, Lituania © Go Vilnius

Vilna, Lituania © Go Vilnius

 

 8. Vilna, Lituania

En los últimos años los otros países bálticos han acaparado la atención, pero la capital de Lituania, Vilna, se ha ido forjando en silencio como una gran alternativa. Su historia fascinante y a veces desgarradora sigue muy presente, desde el espléndido casco antiguo de estilo barroco hasta los dolorosos recuerdos del gueto judío de la época de la II Guerra Mundial, aunque esta es una ciudad con energía joven que se revitaliza con fuerza.

Flota en el aire un ambiente de sencilla modernidad: el renovado barrio artístico de Užupis presume de nuevos espacios creativos mientras que un floreciente panorama de cervezas artesanales redondea la oferta de restaurantes de inspiración neo nórdica, capaces de rivalizar con los que hay al otro lado del Báltico. En el 2018 se conmemora el centenario de la Declaración de Independencia de Lituania, con celebraciones que durarán todo el año, incluido un emocionante festival de la canción en el mes de julio. Cien años después, Vilna ha hallado su propia voz, segura y original; que el mundo se dé cuenta de ello solo es cuestión de tiempo.


Más información de Vilna, aquí.

 

Valle de Vipava, Eslovenia © Mny-Jhee / Getty Images

Valle de Vipava, Eslovenia © Mny-Jhee / Getty Images

 

9. Valle de Vipava, Eslovenia

Moteado de aldeas con tejados de terracota y agujas góticas, y flanqueado por vides que se encaraman por suaves colinas, el valle de Vipava bien podría confundirse con la idílica Toscana. Pero esta fértil tierra vinícola, bordeada por escarpados altiplanos kársticos al norte y al sur, permanece casi ignota a pesar de no esconderse, ya que queda al oeste de Liubliana.

Hace milenios que se cultivan vides en Eslovenia, pero hoy esta es una tierra de pequeños viticultores cuyas variedades y técnicas experimentales producen resultados espectaculares y atraen a los enófilos más aventureros. Como mejor se explora el valle es sobre dos ruedas: hay circuitos en bicicleta que recorren viñedos y hacen una pausa en las bodegas de Vipava para disfrutar de las catas y de una buena charla con los viticultores.

 

Tirana, Albania © Ozbalci / Getty Images

Tirana, Albania © Ozbalci / Getty Images

 

10. Tirana, Albania

Es difícil imaginar un núcleo turístico mejor que Tirana, situada entre la costa adriática y los Alpes Albanos. Esta ciudad no es solo la puerta de entrada a la región, sino una vigorosa metrópolis que ha vivido una gran transformación gracias a su antiguo alcalde (hoy primer ministro de Albania), quién decidió pintar de colores primarios edificios anodinos, animó a la gente a cambiar el coche por la bicicleta, y apostó fuerte por los espacios verdes. El resultado es fascinante.

Un día típico en Tirana incluye un trayecto en teleférico desde el centro hasta el pico de la ciudad, el monte Dajti, para gozar de vistas panorámicas, disfrutar de gastronomía slow food en un bistró local y, de noche, de un circuito por las coctelerías, y visitar las boutiques de diseño del barrio de moda, Blloku, antaño territorio de cabecillas comunistas corruptos.

 

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