La llamada de Kosovo: una década de auténtica aventura

Texto por
Alex Crevar, autor de Lonely Planet
Prizen, Kosovo
milosk50_Shutterstock

Kosovo, aventuras y cultura después de sus más de 10 años de independencia

En los últimos años Kosovo, que en el 2018 celebró su primera década como país independiente, merodeaba por los radares de los exploradores más avezados. En términos demográficos y administrativos, esta nación con forma de diamante en pleno centro de la península balcánica, es todavía un retoño. Pero la razón de la creciente popularidad del país como destino de viajes es más sencilla: un trayecto de pocas horas en avión desde casi cualquier punto de Europa permite al viajero salir de la cuadrícula turística típica y tópica y descubrir un nuevo enclave de aventuras y experiencias culturales en el viejo mundo.

Los prístinos montes Rugova de Kosovo son territorio excursionista de primera © Jakup Jakupi / 500pxLos prístinos montes Rugova de Kosovo son territorio excursionista de primera © Jakup Jakupi / 500px

 

El segundo país más nuevo del planeta con la media de población más joven de Europa, Kosovo –antaño provincia autónoma de la antigua Yugoslavia– celebró su primera década en 2018. Kosovo declaró su independencia el 18 de febrero del 2008 en su capital, Pristina, pero solo 112 de los 189 miembros de la ONU han reconocido dicha declaración. Lo cierto es que las agendas políticas rara vez pintan un retrato exacto de un país; para eso están los viajes, y raro es el viajero que no se enamora de la hospitalidad de Kosovo, de sus arraigadas tradiciones y de su montañoso paisaje.

Del tamaño aproximado de Jamaica, y con una población de casi dos millones de habitantes, Kosovo posee dos cordilleras montañosas y dos de las mejores rutas excursionistas de larga distancia del continente; la de las Cimas de los Balcanes, una ruta circular que también abarca Albania y Montenegro, y la Via Dinárica, que atraviesa ocho países desde Eslovenia hasta Macedonia. Entre este paisaje rodeado de picos se acurrucan más de una docena de viñedos, y cuando llega el verano un aclamado festival de cine transforma la sublime ciudad de Prizren, de época otomana, al pie de los montes Sar, en un plató al aire libre.

 

La estatua del héroe nacional albanés Skanderbeg en el centro de Pristina, Kosovo © OPIS Zagreb / Shutterstock

La estatua del héroe nacional albanés Skanderbeg en el centro de Pristina, Kosovo © OPIS Zagreb / Shutterstock

 

Dos frentes de aventura en Kosovo

Un grupo de senderistas corona el monte Gjeravica, de 2656 m, el pico más alto de Kosovo, que se alza en los montes Prokletije (Bjeshkët e Nemuna, en albanés), una cordillera que, a su vez, forma parte de los Alpes Dináricos de los Balcanes occidentales que se extienden hasta la costa adriática. Desde allí, el mundo se ve sencillo y antiguo. Mucho más abajo, los lagos glaciales, brillantes y cerúleos en sus cuencas de roca, dan paso a verdes praderas donde las ovejas pastan y pasean siguiendo las órdenes guturales de sus pastores. Picos escarpados completan el cuadro, extendiéndose hacia el oeste hasta las fronteras con Albania y Montenegro, donde se pierden en la inmensidad y en la curva terrestre.

 

Kosovo

 

El paisaje es antiguo, pero los aventureros que coronan esta cima forman parte de una nueva estirpe de viajeros mundiales que espera mucho más de las rutas guiadas que los típicos paseos turísticos. El reciente éxito de Kosovo se debe a que el país ocupa una posición ideal para convertirse en símbolo del impulso de la industria turística por ofrecer autenticidad e itinerarios más creativos.

Esta expedición de dos días comenzó en la ‘renacida’ capital, Pristina, con un paseo por el peatonal Nene Tereza Boulevard, lleno de cafés, antes de visitar la Mezquita Imperial, de 1461, y explorar el creciente número de boutiques y bistrós de la ciudad. Y desde el ajetreo urbano la ruta pasa a los senderos que suben al pico Gjeravica, acampando bajo las estrellas y junto al lago Gjeravica, y a una sesión de escalada y sesiones de yoga en la cima de una montaña. La aventura termina en un pueblo acogedor con una comida tradicional a base de flija (una tarta de hojaldre rellena de queso local que se cocina a la brasa).

 

Monte Gjeravica, el pico más alto de Kosovo © HrMiro / Shutterstock

Monte Gjeravica, el pico más alto de Kosovo © HrMiro / Shutterstock

 

“Porque somos muy nuevos y gracias a la naturaleza que impregna nuestro modelo turístico, innovar es algo más fácil en un país como el nuestro”, afirma Uta Ibrahimi, fundadora y propietaria de Butterfly Outdoor Adventure, con sede en Pristina, desde el pie de la montaña al terminar la clase de yoga. Ibrahimi, pionera de este sector, es la primera mujer albanesa que coronó el Everest y ahora su objetivo es coronar los 14 ochomiles del mundo.

 


Los 10 mayores desafíos en las montañas

 

“Además, Kosovo es un país afortunado porque tiene dos cordilleras”, añade Ibrahimi. “Desde este pico podemos ver Albania y Montenegro, pero en los montes Sar, al oeste, compartimos frontera y línea de cresta con Macedonia; las montañas son aún más grandes y está la estación de esquí de Brezovica. Somos un pueblo que lleva la aventura en su ADN”.

 

Bicicleta de montaña en Prokletije, Kosovo © andreas ehrensberger / Shutterstock

Bicicleta de montaña en Prokletije, Kosovo © andreas ehrensberger / Shutterstock

 

Un buen ejemplo es que los circuitos de Butterfly Outdoor Adventure complementan el turismo clásico con travesías cicloturistas, rutas de bicicleta de montaña, talleres de comida tradicional y rakija (un aguardiente típico), escalada guiada, yoga y senderismo a múltiples picos, además de excursiones que escalan paredes de roca por una vía ferrata en el cañón Rugova, cerca de la localidad de Peja (Peć), en la frontera oeste de Kosovo.

 

La cultura en la gran pantalla

La fortaleza medieval de Prizren se convierte en un cine al aire libre durante el Dokufest, Kosovo © Cortesía de Mrinë Godanca / Dokufest

La fortaleza medieval de Prizren se convierte en un cine al aire libre durante el Dokufest, Kosovo © Cortesía de Mrinë Godanca / Dokufest

 

Ningún destino turístico vive solamente de la aventura. Desde el 2002 el Festival Internacional de documentos y cortometrajes de Dokufest toma el pulso artístico de Kosovo y convierte al país en un cruce cultural. Cada año, en agosto, viajeros y amantes del cine de todo el mundo se reúnen en la antigua ciudad de Prizren, al pie de los montes Sar, gracias al mayor festival de cine del país y sus mesas redondas sobre cultura cinematográfica.

Más de 200 películas son seleccionadas para este festival de nueve días. Se instalan pantallas al aire libre –donde se proyectan documentales, cortometrajes de ficción, animación y cine experimental– por toda Prizren, una ciudad repleta de mezquitas e iglesias con cientos de años de historia y caracterizada por una fortaleza medieval que corona una colina en el casco antiguo y por el puente de época otomana Ura e Gurit (puente de piedra) que cruza el río Bistrica. También hay exposiciones de arte, programas musicales y talleres y clases magistrales de cine, sin olvidar que es una semana llena de fiestas.

 

El puente de piedra en el corazón del casco antiguo de Prizren, Kosovo © Brilliant Eye / Shutterstock

El puente de piedra en el corazón del casco antiguo de Prizren, Kosovo © Brilliant Eye / Shutterstock

 

Una parte de lo que hace especial al Dokufest es su entorno. Los enclaves más emblemáticos del casco antiguo se transforman en cautivadores cines bajo la luz de la luna, desde la fortaleza hasta la orilla del río; se celebran mesas redondas en un hammam restaurado y exposiciones fotográficas en las murallas de la ciudad. De igual importancia es la dimensión social del festival; el entusiasmo de los organizadores y los lugareños, reflejado en el elevado número de jóvenes voluntarios, y la apuesta por abordar temas sobre el medioambiente y los derechos humanos.

 

Durante el Dokufest se instalan cines al aire libre por toda Prizren, Kosovo © Cortesía de Mrinë Godanca / Dokufest

Durante el Dokufest se instalan cines al aire libre por toda Prizren, Kosovo © Cortesía de Mrinë Godanca / Dokufest

 

El Dokufest ha contribuido a crear una imagen más positiva del país, y es un momento importante para construir una nueva historia”, asegura Nita Deda, directora del festival desde el 2016. “Nuestra idea es usar la cultura como la gran embajadora para que nuestro país se abra al resto del mundo. Es una forma de ver Kosovo como lo que realmente es: un país joven y enérgico que bulle de talento con una energía colaborativa fascinante”.

 

Cómo llegar a Kosovo

Panorámica de Pristina, la capital de Kosovo © BalkansCat / Shutterstock

Panorámica de Pristina, la capital de Kosovo © BalkansCat / Shutterstock

 

Kosovo no exige visados para los ciudadanos con pasaporte europeo, australiano, canadiense, neozelandés, sudafricano y estadounidense. Es fácilmente accesible en avión, con vuelos directos regulares que conectan Pristina con varias grandes ciudades europeas. Los autobuses son la mejor opción para viajar a/desde las vecinas capitales balcánicas y para desplazarse por el país.

Hay que tener en cuenta que Serbia no reconoce la independencia de Kosovo, así que si el viajero desea continuar el viaje hacia Serbia, pero entró en Kosovo por Albania, Macedonia o Montenegro, tendrá que salir a un tercer país y después entrar en Serbia desde él. Si entró a Kosovo por Serbia, no tendrá problemas para regresar a Serbia.

 

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