Best in Europe. La lista definitiva de destinos europeos del 2017
Europa es como una cueva del tesoro de viajes increíbles, y decidir qué destino visitar puede resultar complicado. Por suerte, los expertos en viajes de Lonely Planet aceptan el reto y han elegido los mejores destinos del 2017.
1. Zagreb, Croacia
Quien viaja a Croacia suele ir directo hacia las delicias adriáticas de la extensa costa del país, pero nadie debería pasar por alto la floreciente capital, en el interior. Zagreb es cosmopolita y provocadora a la vez gracias a su embriagadora mezcla de arquitectura brutalista y plazas austrohúngaras bañadas por el sol y repletas de bebedores de café.
La regeneración urbana remodela la ciudad. El arte callejero, en particular las llamativas obras del artista local Lonac, adornan los ‘lienzos’ al aire libre de Zagreb; y nuevas galerías y espacios creativos, incluido un antiguo refugio antiaéreo de la II Guerra Mundial reabierto hace poco bajo la zona de Upper Town, abren sus puertas a un ambicioso ritmo. Además de todo esto, la ciudad posee un próspero panorama gastronómico y cervecero; y si a todo ello se le suma la inauguración de la esperada terminal del aeropuerto de Zagreb en el 2017, junto con un montón de nuevas rutas aéreas, visitar la capital croata nunca habrá sido tan fácil y/o tan económico.
2. Gotland, Suecia
La ciudad medieval de Visby es una ventana al fascinante pasado de Gotland, Suecia © Niar / Shutterstock
Gotland es una parte de Suecia especial y, de algún modo, inesperada: es la más soleada y la que cuenta con mayor densidad de enclaves históricos del país; y en Visby, la capital catalogada por la Unesco, hay más restaurantes por cápita que en cualquier otra ciudad sueca. Esta antigua isla báltica también posee un paisaje impresionante, con campiña bucólica, bosques misteriosos, aldeas de pescadores atrapadas en el tiempo yplayas de arena apacibles, salvo en pleno verano, cuando los suecos la visitan en masa y la isla adquiere un aire exuberante, acentuado este año por la celebración de los Biennial Island Games 2017, en junio.
Cuando se trata de actividades, la mayoría de los visitantes se contentan con menor esfuerzo; sin embargo, la isla es maravillosa para explorarla en bicicleta, con carreteras sin apenas tráfico y paisajes casi vírgenes.
3. Galicia, España
La playa de Las Catedrales es una de las muchas maravillas que ofrece la costa gallega, Galicia, España © Migel / Shutterstock
Cientos de miles de personas visitan la verde campiña gallega cada año, rumbo a Santiago de Compostela, en el famoso Camino de Santiago, pero pocos saben que en este rincón del noroeste de España es un combinado único de paisajes, gastronomía y cultura; un destino de ensueño más allá del Camino.
Galicia es casi un país en sí misma, con su propia lengua, su propia música (protagonizada por las gaitas), un impresionante patrimonio arquitectónico de varios siglos y una población muy acogedora. Más de 1000 km de costa serpentean alrededor de largas ensenadas, acantilados de vértigo, bonitos pueblos de pescadores y cientos de playas. Su marisco es de los más sabrosos que se pueden saborear, y marida a la perfección con los carismáticos vinos gallegos. Este es un año especial para disfrutar de los vinos y la gastronomía gallega, sobre todo en Cambados, elegida Ciudad Europea del Vino 2017.
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4. Norte de Montenegro
Las experiencias épicas son una obligación en los escarpados paisajes del norte de Montenegro © dellaliner / Getty Images
Si los cruceros que hacen cola en la bahía de Kotor son señal de algo, se diría que la espectacular costa adriática de Montenegro ya es un secreto a voces. Por suerte, el turismo de masas suele pasar por alto el norte de Montenegro, rebosante de aventuras ajenas a los circuitos más trillados y a las multitudes. Además, el tamaño compacto del país y sus buenas carreteras invitan a explorar esta región sin pensárselo dos veces.
Los más aventureros pueden disfrutar del rafting en el cañón más profundo de Europa, en Tara, o recorrer enbicicleta paisajes lunares en el Durmitor National Park. Los aficionados al buen comer descubrirán en las tierras altas el floreciente panorama gastronómico nacional, con quesos de montaña y contundentes guisos de carne; mientras que los fans de la historia pueden visitar increíbles monasterios encaramados en acantilados, como el de Ostrog, o acurrucados en valles espectaculares, como el de Morača.
5. Leeds, Inglaterra
Leeds se ha renovado para el s. XXI con elegancia y un toque extravagante © Shahid Khan / Shutterstock
Manchester tiene un sobrino desaliñado del norte: Leeds, que ha pasado la última década subiéndose los calcetines de estudiante y reinventándose como ciudad de peregrinaje para los amantes de la cerveza artesanal,centro de arte y nuevo destino de los amantes de la noche.
Reformas recientes han catapultado su centro victoriano y al carismático Mill District hacia el s. XXI, atrayendo aboutiques de lujo, cafés y restaurantes innovadores, y gente que busca una alternativa a Londres. Es buena idea visitar la ciudad durante el estelar Leeds Indie Food, que se celebra durante dos semanas en mayo, prueba de su floreciente reputación como capital gastronómica del norte.
Este año acoge, además, otros dos grandes eventos: la reapertura de la principal Art Gallery de la ciudad y el 50º aniversario del Leeds Carnival, el carnaval caribeño más auténtico y veterano de Europa, anterior al de Notting Hill.
6. El Alentejo, Portugal
Atardece sobre los peñascos donde se levanta el castillo de Marvão, en el Alentejo, Portugal © ARoxoPT / Shutterstock
Imponentes castillos cimeros, costas escarpadas y un tesoro de maravillas culinarias forman parte del atractivo magnético del Alentejo. Esta extensa región también alberga enclaves declarados Patrimonio Mundial por la Unesco, megalitos prehistóricos y otras maravillas ocultas (como un templo romano elevado o un osario); pero a pesar de su fácil acceso desde Lisboa, ha permanecido, hasta hace muy poco, fuera del radar de los viajeros.
Todo ha cambiado gracias a la inauguración de una travesía costera de varios días (la ruta Vicentina) y un montón de restaurantes creativos y pensiones originales (incluido Train Spot, en el interior de una estación de trenes muy bien reformada). Las nuevas inversiones en turismo no han mermado la belleza eterna del Alentejo, sus viñedos sinuosos, sus cascos antiguos medievales o su rica cocina tradicional, una de las mejores de Portugal.
7. Norte de Alemania
Con una impresionante costa y cielos que parecen infinitos, el norte de Alemania está en la lista de lugares que hay que conocer cuanto antes © Jenny Sturm / Shutterstock
Quienes viajan a Alemania suelen sentirse atraídos por el moderno Berlín o la pintoresca Baviera, pero los amantes de la exploración que deseen visitar una parte del país poco visitada por viajeros internacionales deberían dirigirse hacia el norte. Puede que la inauguración de la sala de conciertos Elbphilharmonie en Hamburgo sea la gran noticia del 2017, pero más allá de su fulgor arquitectónico y acústico hay una tierra azotada por el viento casi hecha a medida para quienes disfrutan del contacto elemental con la naturaleza.
Es un territorio de grandes cielos y costas prístinas, cercado por playas resplandecientes y apuntalado por pequeñas islas, con ciudades carismáticas como Lübeck y Bremen, que presumen de pedigrí medieval y solo están a un trayecto en tren de lugares como Lutherstadt Wittenberg y Eisenach, que tuvieron un papel esencial en la Reforma de hace 500 años.
8. Moldavia
El enclave del monasterio Orheiul Vechi, colgado de la roca, es dignos de un lugar tan mágico, Moldavia © Uladzik Kryhin / Shutterstock
Este país de bodegas secretas y monasterios encaramados en acantilados es realmente la última frontera de Europa: poco visitada, perdida en el tiempo, y siempre sorprendente. En la capital, Chişinău, frondosos bulevares se intercalan con grandes edificios de hormigón. En un inesperado panorama parisino de cafés y bares destaca elvino local, que cosecha prestigio con Moldavia como sede del ExpoVin 2017 y con la Black Sea Wines and Spirits Competition.
Los mejores vinos se pueden catar en las bodegas de aspecto gótico de Mileștii Mici, que albergan la mayor colección de vino del mundo. También se puede explorar el sagrado Orheiul Vechi, rodeado de acantilados calizos; o los solitarios monasterios ribereños, como los de Saharna y Tipova. Al este del río Dniéster se halla la autoproclamada (pero no reconocida) República de Transdniestr, una región políticamente inclinada hacia Rusia y anclada en el pasado soviético. Moldavia sorprende y desorienta incluso a los viajeros que mejor conocen Europa.
9. Pafos, Chipre
Pafos es el hogar de innumerables joyas culturales y maravillas arquitectónicas, Chipre © Sergey_Bogomyako / Shutterstock
La que fuera primera capital de Cyprus en época romana, Pafos, vuelve a ostentar un título: Capital Europea de la Cultura 2017. Semejante distinción conlleva atención mundial, notables inversiones culturales y la oportunidad de mostrar al mundo entero la cultura pafiota; digna de admiración. La isla de Afrodita ha vivido tantas ocupaciones que la historia ha amontonado en sus soleadas orillas monumento sobre monumento: catacumbas, templos, castillos, termas medievales, mosaicos de la época romana, y los enclaves de Kato Pafos y de las Tombs of the Kings, declarados Patrimonio Mundial por la Unesco; vestigios de un pasado fascinante.
Inspirado por tanta historia, Pafos se transformará, social y estéticamente, en una Open Air Factory de 300 eventospara tender puentes entre culturas. Será, sin duda, uno de los grandes destinos del 2017.
Más información sobre Pafos, aquí.
10. El Havre, Francia
La ciudad del diseño está preparada para celebrar el 2017, El Havre, Francia © Henryk Sadura / Shutterstock
Uno de los mejores destinos para este verano es la ciudad normanda de Le Havre, que celebra su 500º aniversario con un festival de arte y música a lo largo de cinco meses. La ciudad portuaria albergará conciertos, instalaciones artísticas al aire libre, modernos desfiles callejeros, fiestas de disfraces y espectáculos de fuegos artificiales. Entre los actos más destacados figuran las actuaciones de los gigantes mecanizados de Royal de Luxe y un templo zen flotante con una plataforma de observación submarina.
A pesar de sus años, El Havre es un gran escaparate de llamativa arquitectura moderna, con obras de arquitectos como Auguste Perret, Othello Zavaroni y Oscar Niemeyer, y fue reconstruida completamente después de la II Guerra Mundial. La ciudad también es un buen campo base desde donde explorar otras partes de Normandía, desde las famosas playas del Día D hasta los pintorescos acantilados de Étretat.