10 destinos pletóricos de alegría
Si se sonríe, el mundo sonríe con uno. Esa es la teoría, y se puede comprobar en estos destinos pletóricos de alegría: los lugares más felices del mundo.
1. Bután
Sus monasterios cuelgan de los acantilados agarrados a cabellos de ángeles, en los hogares hay pintados unos enormes penes, los calcetines de rombos son parte del traje tradicional y no existen los semáforos, ¿hay algo que no sea atrayente? De hecho, esta “Shangri-La del Himalaya” es tan jovial que la felicidad nacional bruta es una medida oficial, una forma de asegurar que la gradual modernización de Bután (apenas perceptible) no interfiere en su espiritualidad budista. Cuando se está a un paso de las montañas más altas del mundo, salpicadas de nieve y con banderas de oración ondeando como un público agradecido, intentar borrar la sonrisa del rostro es todo un desafío.
Consejo Los visitantes de Bután han de pagar una cuota diaria para poder viajar en circuitos organizados; véase www.tourism.gov.bt.
2. Happy, Texas, EE UU
Bienvenidos a la autoproclamada “población sin indignación”. Happy (escenario de la película Salvajemente tiernos de 1999), el diminuto pueblo del estado de la estrella solitaria, es una decepcionante colección de silos y calles en damero. Pero en sus alrededores se puede pasear o montar a caballo entre los hoodoos de roca rojiza del cañón Palo Duro, el segundo más grande del país; ver bisontes impresionantes puestas de sol en el menos famoso cañón Caprock o gastar los dólares del Salvaje Oeste en la subasta de ganado de Amarillo, una estampa al puro estilo americano (Stetson prácticamente obligatorio).
Consejo La subasta se celebra los jueves; las mejores temporadas para visitar los cañones son otoño e invierno, en verano hace demasiado calor.
3. Vanuatu
La imagen de una vida dichosa para muchos es una hamaca colgada entre palmeras mientras el mar acaricia una playa de arena blanca, así que no es extraño que la república de Vanuatu sea "el lugar feliz" por excelencia. Sus aguas azules y llenas de vida, y su exuberante interior con ruido de volcanes y árboles del pan son fantásticos para explorar. Pero es el sentido comunitario de este lugar lo que lo hace auténticamente feliz. Las familias numerosas se congregan a menudo para festejar antiguas celebraciones; en Vanuatu, siempre hay fiestas en alguna parte.
Consejo Es mejor ir de abril/mayo a octubre, cuando la temperatura oscila entre los 18 y los 28ºC. El festival del buceo en tierra (el puenting original) se celebra en abril/mayo.
El 'puenting' original, Vanuatu
4. Montreal, Quebec, Canadá
Limpio, acogedor y refrescantemente multicultural, Montreal es feliz todo el año, aunque si se visita en julio resulta hilarante. El festival Just For Laughs se apodera de la ciudad en verano y abarrota los locales con el mejor humor en inglés y francés. Es una de las reuniones de cómicos más importante del planeta y acoge a destacados humoristas. Las entradas para las actuaciones se agotan rápido y el éxito está garantizado hasta en los números menos conocidos. Con todo, si no se consiguen entradas uno se ríe igual, ya que en el Barrio Latino hay actuaciones callejeras todas las noches, desfiles de marionetas y fuegos artificiales.
Consejo Para ofertas especiales e información se recomienda apuntarse en la revista del festival en www.hahaha.com.
5. Colombia
Ya sea su café o el ambiente del Carnaval, Colombia vibra con alegría latina a todas horas, desde su costa caribeña a las callejuelas de Bogotá. A pesar de que haya a quien le resulte extraño que un país que sufre las guerrillas y el tráfico de drogas aparezca en esta lista, los que lo han visitado últimamente informan de mejoras en la seguridad y una irreprimible y contagiosa energía. Para vivir este vocinglero país en toda su pasión hay que asistir a un partido de fútbol (la obsesión nacional), a un concierto de cumbias o a uno de sus innumerables festivales religiosos.
Consejo Se recomiendan las cumbias del Carnaval de Barranquilla (antes del Miércoles de Ceniza) y evitar octubre y noviembre, los meses más lluviosos.
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6. Wuyi Shan, China
Con su cautivador nombre, Tian Xing Yong Le (Templo Siempre Feliz) está perpetuamente animado. Este templo de la provincia de Fujian, en el agreste norte chino, está ubicado en un reino de valles secretos salpicados de cascadas y horadados con misteriosas cuevas. Para llegar a la de la Cortina de Agua y al pico del Viaje Celestial hay que subir escaleras talladas en la roca, rodear plantaciones de té y arboledas de bambú. También se puede pasear en sencillas balsas con sillas de junco por el río de las Nueve Curvas y observar los nichos de 4000 años de antigüedad excavados en las paredes de los acantilados.
Consejo Para evitar las aglomeraciones es mejor ir entre semana; los paseos en barco salen de Xing Cun y duran una hora.
7. Andorra
Si la buena salud es un indicador de la felicidad, los habitantes de este pequeño principado entre España y Francia deben de tener la más amplia de las sonrisas, ya que disfrutan de la mayor esperanza de vida del mundo: 83,5 años. Tiene que ser por el aire de los Pirineos y las actividades al aire libre: esquí en invierno y paseos y bicicleta en verano. Su serenidad también proviene de la paz del país, que no ha padecido una guerra en los últimos 700 años. Por último, está la comida: se puede visitar una de las tradicionales bordas y degustar un plato de setas, trucha de río o jabalí, y sentir cómo nos rejuvenecen los productos naturales.
Consejo Si no se dispone de vuelo para llegar al aeropuerto de Andorra-La Seu, se puede acceder desde Toulouse, Perpiñán, Girona, Lleida o Barcelona.
8. Malaui
Si lo que se busca son sonrisas amplias y francas, hay que ir a Malaui, el país apodado “el cálido corazón de África”. Sus habitantes son famosos por la efusiva bienvenida que ofrecen a los viajeros, a pesar de ser un país pobre. En los mercados de tallas de madera de la capital Lilongüe, en las arenosas costas del lago Malaui y en el monte donde pastan los elefantes del Parque Nacional de Liwonde, las sonrisas se encuentran a cada paso. Para volver recíproca esa alegría se recomienda apuntarse en un voluntariado y aportar un granito de arena para ayudar a los lugareños (el 85% de la población vive en asentamientos tradicionales).
Consejo La estación seca va de abril a octubre; para un listado de organizaciones caritativas en Malaui véase www.malawitourism.com.
9. Hidakagwa, Wakayama, Japón
Cuando la diosa Niutsuhime no mikoto se quedó dormida y no acudió a la reunión de los kami (espíritus japoneses), los ocho millones de deidades restantes se rieron de ella. Fue el nacimiento de una tradición: todos los años, los habitantes de Hidakagwa, presididos por un payaso, salen a la calle con carrozas decoradas. Tañen campanas y gritan “¡Warau! ¡Warau!” (¡reíd!, ¡reíd!) a los espectadores. Todo el mundo sonríe y un buen humor contagioso, que no depende del vino de arroz que se consume en abundancia, acompaña todo el camino hasta llegar al santuario de Niu.
Consejo Wakayama se ubica en Kansai, región de la isla de Honshu; el Festival Warai (de la Risa) se celebra en octubre.
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10. Dinamarca
Es oficial: Dinamarca es el país más feliz del mundo, a la cabeza de los estudios sobre la felicidad. El por qué resulta fácil: el nivel de vida es muy alto, el transporte llega a su hora, todo el mundo tiene casa en la playa (abundan las de arena), los carriles-bici atraviesan ciudades, bosques y valles, y los restaurantes sirven la mejor comida del norte de Europa. Pueden visitarse los cafés de la capital, Copenhague, ir en piragua por los fiordos del norte de Jutlandia, andar a través de las 11 rutas ciclistas nacionales y descubrir por qué sonríen.
Consejo De junio a agosto se celebran muchos festivales al aire libre; Roskilde (www.roskilde-festival.dk), el más importante, tiene lugar a primeros de julio.