No se necesitan excusas para visitar la “Ciudad del Pecado”
Los casinos, los locales nocturnos glamurosos, las capillas para casarse vestidos de Marilyn y Elvis y la música de las tragaperras son el canto de sirena de Las Vegas. Se pueden gastar fácilmente más de mil dólares diarios, pero no es necesario porque las ofertas son abundantes.
Con un pequeño donativo
En el Burlesque Hall of Fame el colectivo Emergency Arts exhibe fotos retro y trajes con lentejuelas y poca tela, vestidos por bailarinas exóticas de décadas pasadas, y a la entrada solo se sugiere un pequeño donativo. En general, se encontrará diversión más barata que en los casinos en la zona de ocio alternativo Fremont East Entertainment District, un corto paseo al este de la hilera de casinos del Downtown llamada “Glitter Gulch”.
Por muy poco dinero
Se puede conducir muchas horas y pagar 30 US$ para visitar el Parque Nacional del Gran Cañón, o ahorrar recorriendo la carretera panorámica del cañón Red Rock, que está justo al lado de Las Vegas. El paisaje desértico es impresionante. Y moverse por el Área de Conservación Nacional Red Rock Canyon solo cuesta los 7 US$ de entrada del coche.
Todo es más barato en el viejo Downtown que en el Strip, no solo el alcohol sino también los bufés libres, como el popular Garden Court Buffet, un festín de gastronomía ecléctica en el casino Main Street Station. La cena de marisco del viernes es más cara, pero aun así el precio (entre 8 y 15 US$) está bien teniendo en cuenta la cantidad de cangrejos y ostras.
Totalmente gratis
En Las Vegas hay cierto exceso de ambientes demasiado artificiales, y en sus concurridos casinos llenos de humo no se ve ni la luz del sol ni vegetación de verdad. Un oasis agradablemente distinto es el invernadero interior y el jardín botánico del Bellagio, un opulento casino del Strip. Las impresionantes composiciones florales que lo adornan cambian de tema según varíen las estaciones y las festividades del año.
No, no es una alucinación: realmente hay un funambulista sobre las mesas de blackjack y las ruletas. Bienvenidos al casino Circus Circus, donde no hay que pagar nada para contemplar a los contorsionistas, malabaristas y payasos. La diversión gratuita ayudará a los jugadores a olvidar las apuestas perdidas, o tal vez los distraiga y no ganen…
En el Piano Bar del Harrah’s, un divertido casino de temática Mardi Gras en el Strip, Pete Vallee ha actuado más de 7000 veces como Big Elvis. Se exige un mínimo de dos consumiciones para sentarse en el salón-bar, pero no cuesta ni un céntimo quedarse de pie dentro del casino y escuchar. Big Elvis acepta peticiones del público.
Situado en mitad del Strip, el Carnaval Court es un local nocturno al aire libre que recibe a todo el mundo sin cobrar entrada, excepto a última hora de la noche los fines de semana. Los bármanes hacen malabares con botellas de licor al preparar sofisticados cócteles mientras en el escenario tocan bandas de versiones de alto voltaje. Hay gente muy fiestera de toda edad y condición, desde estudiantes tacaños hasta baby boomers.
Aunque psicodélico y hortera, no es posible pasar por alto el espectáculo de luces Viva Vision, que se proyecta en una bóveda de 450 m de largo y abruma con 550 000 vatios de sonido y 12,5 millones de luces LED. En la calle peatonal, Fremont Street, tocan grupos gratuitamente para los jugadores que salen de los casinos.
Artistas locales, músicos, artistas callejeros, hipsters y aprovechados se reúnen en First Friday, un festival mensual gratuito. Hay galerías de arte, puestos de comida de fusión a buen precio y música indie en directo. Tiene lugar en el 18b Arts District y el Fremont East District, y también se celebran varias fiestas posteriores.
En el Strip hay reproducciones de lugares emblemáticos del mundo. Entre sus reclamos gratuitos se cuentan el volcán en erupción del Mirage y las fuentes musicales y los gondoleros que reman por los canales artificiales del Bellagio. Al sur, es posible hacerse una foto con un imitador de Elvis (se espera propina) delante del cartel de “Welcome to Fabulous Las Vegas”.
Los grandes jugadores que han perfeccionado su cara de póker compiten en el popular torneo de Texas Hold ’Em sin límite, llamado “Main Event”. Esta serie de torneos de póker se celebra cada año en el casino Rio, al oeste del Strip. Asistir como espectador es gratis.
Urban Gallery del Neon Museum es una colección al aire libre de letreros de neón restaurados y un viaje de vuelta a los “fabulosos cincuenta” de Las Vegas y a la época del Rat Pack. Hay más neones alrededor del ascensor central del contiguo centro comercial Neonopolis, que también tiene una lámpara de Aladino gigante en el exterior. Cuidado: el “Neon Boneyard” del museo no es barato.
Y además…
Las mejores vistas gratuitas
Se puede pagar para subir a la High Roller, la noria panorámica más alta del mundo. Pero existen alternativas gratuitas, como el ascensor de cristal del hotel Delano hasta el Skyfall Lounge de la 64a planta, o contemplar el Strip desde el “sky lobby” del piso 23 del hotel Mandarin Oriental. El sitio más alto al que se puede subir es la Stratosphere Tower y para evitar el desorbitado precio del mirador, la solución es tomarse unos cócteles en el Skylounge 107 (el ascensor es gratis para los clientes del bar).
Copas gratis en los casinos
Al jugar en un casino de Las Vegas, aunque sea solo en las máquinas tragaperras, las bebidas corren por cuenta de la casa. Hay que pedírselas a las camareras que deambulan por las zonas de juego y darles al menos 1 US$ de propina cuando las traigan. Los grandes apostadores tienen además habitación y comidas gratis. Al registrarse en un hotel con casino, los apostadores modestos pueden pedir cupones promocionales (a veces llamados “fun book”), que ofrecen 2 por 1 en copas, entradas rebajadas para espectáculos, etc.