Un viaje a Bosnia-Herzegovina para disfrutar del aire libre
Desde los indómitos rápidos del río Vrbas en el norte hasta los épicos picos del Parque Nacional Sutjeska en el sur, Bosnia y Herzegovina es un gigantesco parque de juegos natural para los entusiastas de las actividades al aire libre situado entre Croacia, Serbia y Montenegro.
Esta pequeña nación ha sido descubierta por un creciente número de pioneros aventureros que van en busca de experiencias auténticas al aire libre. “Bosnia y Herzegovina combina lo mejor de la vieja Europa con una naturaleza prístina difícil de encontrar en el continente fuera de los Balcanes occidentales”, afirma Thierry Joubert, director de Green Visions, un operador ecoturístico con sede en Sarajevo que lleva dos décadas organizando excursiones. “La alta calidad de la aventura que hay aquí es algo que siempre sorprende a los visitantes. También les gusta saber que son los primeros de entre sus amistades en experimentar de verdad este increíble país”.
1. Rutas excursionistas y picos montañosos
El prístino bosque del Parque Nacional Sutjeska, Bosnia y Herzegovina © miamia / Shuttertock
Las montañas dominan la topografía de Bosnia y Herzegovina. Los picos de los Alpes Dináricos, una cordillera que se extiende por la mitad occidental de la península balcánica, es el telón de fondo de la mayor parte del país y el contexto de su personalidad. Los pueblos se encaraman sobre altiplanos con vistas a gargantas; los ríos fluyen por los valles y rodean macizos; las familias rurales pastorean ovejas en verano, cuando las flores silvestres cubren las laderas, y recolectan leña para calentarse durante el nevado invierno.
Los senderos surcan el paisaje. Los viajeros pueden disfrutar de excursiones de un día o aventuras de varios días que conectan los picos del país. Un montón de asociaciones montañeras, que se ocupan de gestionar los refugios (atendidos y sin atender), dan la bienvenida a los senderistas a alguno de los picos y macizos más famosos de la región. Para las excursiones de un día y las rutas más largas, Green Visions, con sede en Sarajevo, es una gran fuente de información, consejos y salidas en grupo.
En los últimos años, la mega ruta excursionista de la Via Dinarica ha cambiado la cara del senderismo en los Balcanes Occidentales. Siguiendo antiguas rutas comerciales, pistas militares y caminos de pastores, la ruta arranca en Eslovenia y pasa por Croacia, Bosnia y Herzegovina, Montenegro, Albania, Serbia, Kosovo y Macedonia del Norte. Un tramo conecta Sutjeska, el parque nacional más antiguo de Bosnia y Herzegovina, y el Parque Nacional Durmitor de Montenegro, al otro lado de la frontera. Esta ruta épica lleva a los montañeros por los picos más altos de ambos países: el monte Maglić, en Bosnia y Herzegovina, de 2386 m, y el Bobotov Kuk, en Montenegro, de 2523 m.
2. Travesías ciclistas y rutas de bici de montaña
Rutas en bicicleta de montaña por Bosnia y Herzegovina © ajdintorlo48 / Shuttesrtock
Bosnia y Herzegovina ha recibido con los brazos abiertos la moda del turismo ciclista, permitiendo a los viajeros explorar a su propio ritmo las zonas rurales menos conocidas del país. Los ciclistas pueden rodar por granjas y campos, rellenar las cantimploras en manantiales naturales y alojarse en un creciente número de B&B y hospedajes en casas particulares que sirven a sus clientes hortalizas frescas del huerto, panes caseros y burek (una tarta salada de hojaldre rellena de carne).
La Ćiro Bike Trail sigue la ruta de un ferrocarril de vía estrecha construido por el Imperio austro-húngaro que estuvo en uso de 1901 hasta los años setenta. Hoy el corredor se ha reciclado en una ruta ciclista de más de 160 km que conecta Mostar, en Herzegovina, con la ciudad costera croata de Dubrovnik. La ruta se compone principalmente de carreteras asfaltadas con tramos de grava prensada, y sigue el río Neretva hacia el sur desde Mostar antes de virar al este rumbo a la región vinícola de Popovo Polje y la bella ciudad de Trebinje.
La aventura ciclista más ambiciosa del país es la nueva y transfronteriza ruta de ciclismo de montaña Trans Dinarica. Diseñada como la versión ciclista de la ruta senderista de la Vía Dinárica, empieza en Eslovenia, atraviesa Croacia y termina en Bosnia y Herzegovina. Es una ruta en la que predominan los senderos estrechos y técnicos, pero también hay una combinación de pistas de tierra anchas y pistas de grava. En Bosnia la ruta se está expandiendo, pero por ahora es una travesía de 10 días que une Mostar y Sarajevo, con pernoctaciones en aldeas, hoteles, B&B y casas particulares.
3. Surcar los rápidos por cuatro ríos espectaculares
'Rafting' de aguas bravas en la preciosa cascada Štrbački Buk, Bosnia y Herzegovina © dotshock / Shutterstock
Los ríos de Bosnia y Herzegovina, cristalinos, refrescantes y a menudo veloces, serpentean entre los cañones y las gargantas que rebanan sus montañas. Cuatro ríos dominan el panorama del rafting del país. El río Una parte en dos la ciudad de Bihać, en el extremo noroeste de Bosnia, y fluye a través del Parque Nacional Una. Una RC Kiro Rafting ofrece paquetes de varios días que incluyen varias cascadas, empezando por la famosa Štrbački Buk, de 18 m de altura.
Al este, el río Vrbas serpentea a través de la ciudad de Banja Luka y ha sido la sede de los Campeonatos Mundiales de Rafting (2009) y del Campeonato Europeo de Rafting (2009 y 2015), que volverá a albergar en verano del 2019. El Kanjon Rafting Centre ofrece varias opciones para negociar el curso del río, vérselas con los rápidos y disfrutar del paisaje con otras actividades como el barranquismo.
Al sur, el río Neretva es la principal vía fluvial de Herzegovina. Desde su fuente, en lo alto de las montañas, el río fluye entre altísimos cañones, por lagos y embalses, y pasa por Mostar de camino al mar Adriático. Los usuarios que elijan pasar un día de aventura con Europe Rafting, con sede en la ribereña ciudad de Konjic, surcarán aguas bravas bajo el macizo Prenj, navegando por afluentes que convergen con el río y a través del inolvidable cañón del Neretva.
Sin embargo, el cañón más inolvidable de cualquier recorrido por Bosnia y Herzegovina es el del río Tara, que conecta el país con Montenegro. Es uno de los más profundos de Europa y ofrece el que posiblemente sea el rafting más exigente de la región, que los aventureros disfrutarán en abundancia y sintiéndose seguros con los varios operadores titulados que ofrecen excursiones por esta zona protegida por la Unesco. Uno de estos operadores titulados, con sede en Foča, es Highlander Rafting Kamp, que programa excursiones de varios días con pernoctaciones en bungalós ribereños y excelentes comidas.
4. Dar el salto desde el Stari Most, el puente de Mostar
Un intrépido saltador atrae a una multitud de espectadores en Mostar, Bosnia y Herzegovina © Matt Munro / Lonely Planet
Para dar un salto de calidad en valentía aventurera se puede probar a lanzarse (o, más exactamente, saltar) desde el famoso Stari Most (Puente Viejo) de Mostar, a 24 m de altura, por debajo del cual fluye engañosamente plácido el río Neretva. Pero, cuidado: no es una actividad apta para todo el mundo. Los candidatos deben tomar parte en las sesiones de entrenamiento del Bridge Divers’ Club local.
Construido originalmente en el s. XVI por el Imperio otomano, el puente fue destruido durante la guerra de los años noventa, reconstruido una década después y reinaugurado en el año 2004. En el 2005, el puente y el casco antiguo de Mostar, con sus calles de piedra y adoquines, sus cafés, tiendas y restaurantes, pasaron a formar parte de la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco. Hoy la ciudad es uno de los destinos más populares para los viajeros y una parada anual del circuito Red Bull Cliff Diving World Series.
Si se quiere saltar desde el Stari Most, hay que visitar la oficina del Bridge Divers’ Club local en la entrada oeste del puente. Por unos 35 € llevan al viajero río abajo para entrenarse en saltos mucho más bajos; y si todo va bien podrá atreverse con el gran salto, por el cual obtendrá un certificado y la afiliación oficial de por vida al club. Pero que nadie subestime el peligro: un mal salto puede ser letal.
5. Pistas de esquí de las Olimpiadas de Invierno de 1984
Esquiadores disfrutando de un día soleado en la montaña de Bjelašnica, cerca de Sarajevo, Bosnia y Herzegovina © Bosnian / Shutterstock
Los deportes de invierno también son un estilo de vida en Bosnia y Herzegovina. En 1984 el mundo se dio cita en Sarajevo, capital de la nación, con motivo de los Juegos Olímpicos de Invierno. Las pruebas de descenso estaban repartidas entre dos montañas, Bjelašnica y Jahorina, ambas al sur de la ciudad.
El Ski Centar Bjelašnica, que albergó las pruebas olímpicas de descenso masculino, se encuentra a unos 45 min en coche al suroeste de Sarajevo. La cota más elevada alcanza los 2067 m. Los telesillas transportan a los esquiadores a seis pistas, la más larga de las cuales mide más de 3 km. En total, hay unos 10 km de pistas cuidadas y de todos los niveles. Los forfaits de un día cuestan 18 €, aprox.
Al este de Bjelašnica y unos 30 km al sureste de Sarajevo, el Jahorina Olympic Centre cuenta con siete remolcadores que dan servicio a 17 pistas. Es perfecto para las familias y ofrece a los esquiadores un sinfín de opciones, desde pistas cuidadas hasta esquí fuera de pistas y esquí sobre nieve en polvo. El forfait de un día cuesta 25 €.