La ruta arranca en Salzburgo, con tres días para perderse por callejones y subir al castillo que todo lo señorea en la ciudad natal de Mozart. Una buena idea es hacer el circuito "Sound of Music" o poner la directa a los Alpes. Otra opción es desviarse hasta el italianizado Schloss Hellbrunn o visitar las minas de sal de Hallein.
Desde Salzburgo, la carretera va al sur hacia el Wolfgangsee, el más pintoresco de los lagos de Salzkammergut, un destino estival perfecto para nadar, hacer senderismo y pedalear. Durante los siguientes días, se realizan caminatas o excursiones en bicicleta explorando las poblaciones menos conocidas de la zona.
Desde St Wolfgang o St Gilgen, junto al lago, hay un corto trayecto en autobús hasta Bad Ischl, una base estupenda para conocer otros lagos cercanos en los tres días siguientes. El más espectacular es el Hallstätter See, muy a mano de Halls- tatt o de Obertraun, perfectas para pernoctar. Cerca de esta última se encuentran las increíbles cuevas de hielo de Dachstein, accesibles en teleférico; tras la visita, lo mejor es hacer una caminata por la zona.