La mañana se puede convertir en un festín cultural con un circuito por el National Museum of Scotland, seguido de un paseo por el Mound hasta la Scottish National Gallery.
Después de subir al monumento a Scott para apreciar las vistas, se toma un autobús en Princes St hasta el Ocean Terminal y se visita el yate real "Britannia" durante, al menos, las dos últimas horas antes del cierre.
Es posible quedarse en Leith para tomar una pinta en Teuchters Landing o un cóctel en una tetera en Roseleaf, o bien regresar al centro y probar una cerveza local en el magnífico entorno del Café Royal Circle Bar.