Panorámicas de Cataluña a vista de pájaro

Panorámica de Cap de Creus, Cataluña, España
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Cataluña tiene sierras, montañas y acantilados de fácil acceso en coche que prometen vistas de aúpa, no siempre aptas para aquellos que sufran vértigo. Entre estos paisajes de altura destacan los Cingles de Tavertet, en la sierra de Collsacabra, cerca de Vic, con vistas infinitas hacia la zona del pantano de Sau; la sierra de Rodes, con el monasterio de Sant Pere de Rodes o el ventoso Cap de Creus, en el extremo noreste de Catalunya, cuyas vistas se extienden por el Mediterráneo; la sierra de Montant, en la zona meridional del país, telón de fondo único de la Costa Daurada; el monte Caro, la mejor atalaya que pueda existir sobre el Delta del Ebro; o la sierra del Montsec, al norte de Lleida, en cuya cima, gracias a la ausencia de contaminación lumínica, se ha instalado un observatorio astronómico que permite contemplar unos cielos nocturnos que se pierden en el infinito. Eso sin hablar de lugares tan mágicos como el Congost de Collegats, espectacular desfiladero entre las sierras de Peracalç y Boumort, el teleférico que asciende al macizo de Montserrat, que le deja a uno sin aliento, o Castellfollit de la Roca, pueblo cimero de la comarca de la Garrotxa, que parece querer desparramarse sobre el acantilado en el que se asienta.

 

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