Viajar por Francia no implica mayor riesgo para la salud, aparte de quemaduras de sol, ampollas en los pies, picaduras de insectos y leves problemas estomacales por comer y beber demasiado.
Aunque no es necesaria ninguna para viajar a Francia, la OMS recomienda que todo viajero, independientemente de su destino, esté vacunado contra difteria, tétanos, sarampión, paperas, rubeola y poliomielitis.
Para afecciones leves, las pharmacies (farmacias) son muy útiles, ya que cuentan con muchos medicamentos que no precisan receta médica (ordonnance).
Quienes visiten Francia pueden pedir cita o aguardar su turno (según la consulta médica) para ver a un médecin généraliste (médico de atención primaria). Lo normal es pagar por adelantado entre 35 y 50 €; la compañía aseguradora reintegrará al viajero una parte del coste o el importe íntegro.
Quienes hayan contratado un seguro de viaje no deben pagar por adelantado ningún tratamiento de urgencia que reciban en un hospital.
Es apta para su consumo en todo el país.
En algunas localidades hay fuentes con agua potable (eau potable) y en la sofisticada capital francesa hay alguna que otra fuente de la que hasta mana agua con gas.
Antes y durante el viaje recomendamos que cualquier información relacionada con seguridad, salud, trámites administrativos como la expedición de visados, etc. sea verificada con el Ministerio de Asuntos Exteriores del país del viajero.