La localidad más meridional de Montenegro, Ulcinj tiene una vivacidad especial, una animación indefinible que se hace patente sobre todo en las noches de estío, cuando el paseo marítimo palpita con el pop del este y el desfile de veraneantes. Si se alzan los ojos, los alminares compiten con la gigantesca escultura socialista, y las murallas del casco antiguo se alzan en lo alto del acantilado. Prosiguiendo por la costa, las calas rocosas dan paso al largo tramo de arena de Velika Plaža (Playa Grande) y a la isla de bañador opcional Ada Bojana.