Se vaya en avión, tren, ferri o por carretera, no es difícil llegar a Montenegro. Continuamente aparecen nuevas rutas en los apretados horarios de los dos aeropuertos del país. También se llega desde países vecinos, especialmente Croacia. El aeropuerto de Dubrovnik está muy cerca de la frontera y esta hermosa ciudad constituye un punto de partida impresionante para unas vacaciones por Montenegro.
Entrar a Montenegro no supone ningún desafío burocrático especial. De hecho, están deseando que lleguen turistas. Por desgracia, a Croacia no parece gustarle tanto que vayan, si se toman como referencia las largas esperas en su lado del control fronterizo de la carretera junto al Adriático; si hay que estar en algún sitio a una hora determinada, conviene calcular 1 h más. El principal cruce desde Serbia, en Dobrakovo, también puede ser lento en hora punta.
Deben quedar al menos seis meses hasta la fecha de caducidad del pasaporte. Necesita visado quien no sea de uno de los numerosos países que tienen un acuerdo de exención de visado. No deniegan la entrada por tener cierta nacionalidad ni determinados sellos en el pasaporte. Hay que asegurarse de que la policía selle el pasaporte al entrar en el país; si no, habrá problemas al salir.
Puede que Montenegro ocupe una franjita de nada, pero hace frontera con cinco estados: Croacia, Bosnia y Herzegovina, Serbia, Kosovo y Albania. Es fácil entrar a Montenegro por tierra desde sus países vecinos.
No hay problemas para introducir una bicicleta en el país, aunque aquí no hay muchos ciclistas, por lo que los conductores no están acostumbrados (y hay que recordar que si el país se llama “Monte Negro”, por algo será).
Si uno quiere llevar su propia bicicleta, casi todas las compañías aéreas permiten llevarla en cabina si se paga por ello. Se pueden desmontar y empaquetar todas las partes en una bolsa o caja de bicicleta, o simplemente llevarla rodando al mostrador de facturación, donde la facturarán como equipaje. Quizá haya que quitarle los pedales y girar a una lado el manillar para que ocupe menos espacio en la bodega del avión; conviene preguntarlo a la aerolínea antes de comprar el billete. Si la bicicleta o cualquier otro equipaje sobrepasan el límite de peso permitido, hay que preguntar por alternativas para no tener que pagar exceso de equipaje.
Hay una buena red de autobuses que une las principales ciudades de Montenegro con las principales ciudades de la antigua Yugoslavia y otras ciudades de Europa Occidental y Turquía. En la frontera, los guardas suelen entrar al autobús a recoger los pasaportes y comprobar las fotos cuando se van. Cuando están satisfechos se los devuelven al revisor, que los devuelve a su vez a los pasajeros mientras el conductor sale embalado. Hay que asegurarse de recuperar el pasaporte y de que esté sellado.
Entre las rutas están:
Llegar a Montenegro con automóvil propio o de alquiler no supone un problema mientras se tengan los papeles en regla. Hay que tener el permiso de circulación y un documento que acredite la propiedad del vehículo, así como una póliza de seguro para vehículos válida, certificada mediante la Carta Verde. Si el automóvil es de alquiler, hay que comprobar la cobertura del seguro, ya que algunas aseguradoras de Europa Occidental no cubren los viajes en Montenegro.
Desde los principales cruces fronterizos de Croacia, Serbia, Kosovo y Albania, no hay que conducir más de 25 km para encontrar una gasolinera o asistencia para reparaciones mecánicas. Desde los cruces bosnios, no se encuentra nada antes de Nikšić. Junto a las carreteras de todo el país se ven las palabras “auto šlep” y un número de teléfono al lado pintado con espray; son anuncios de grúas locales.
Ha habido casos de ataques a automóviles de matrícula montenegrina en Croacia (sobre todo en la zona de Dubrovnik) y a automóviles de matrícula croata en Montenegro (sobre todo por la bahía de Kotor). Suelen ser pequeños actos vandálicos, como rayar automóviles con una llave mientras están estacionados.
Aunque no es recomendable, es posible llegar a Montenegro o salir de allí haciendo autostop. Como en cualquier otro cruce de frontera, hay que llevar el pasaporte y los visados necesarios. Algunos conductores piden dinero, pero no es lo normal.
La línea principal de ferrocarril de Montenegro comienza en Bar y atraviesa la parte central de Montenegro hacia el norte, hasta Serbia. Al menos dos trenes hacen a diario el recorrido entre Bar y Belgrado (21 €, 11 h) y uno continúa hasta Novi Sad y Subotica. Pueden consultarse los horarios en el sitio web de los Ferrocarriles de Montenegro (www.zcg-prevoz.me). Desde Belgrado es posible transbordar hacia destinos de toda Europa. Los horarios pueden consultarse en el sitio web de los Ferrocarriles de Serbia (www.serbianrailways.com).
Entrar y salir de Montenegro suele ser sencillo; solo hay que comprobar los requisitos de visados antes de viajar.
Montenegro Lines (www.montenegrolines.com) tiene barcos de Bar a Bari, Italia, al menos dos veces a la semana de mayo a septiembre (billete en cubierta 40-48 €, camarote 67-210 €, 10 h); y de Bar a Ancona, Italia, al menos una vez por semana de julio a agosto (cubierta 60 €, camarote 80-230 €, 16 h). Se paga de 68 a 90 € por automóvil, pero no se paga nada si se reserva un camarote para cuatro pasajeros.
En Montenegro hay dos aeropuertos pero no hay vuelos nacionales.
Los ciclistas son rara avis incluso en las ciudades y no hay carriles-bici. Los conductores no suelen ser considerados; siempre que sea posible, es mejor salirse de las carreteras principales. No es obligatorio llevar casco.
No obstante, el panorama para los ciclistas no es tan malo como parece. La Oficina Nacional de Turismo ha creado una serie de sendas para ciclismo de montaña, con lo que una vuelta en bicicleta por Montenegro es una propuesta excelente. Como casi todo el país es montañoso, hay que estar muy en forma para intentarlo.
La clave para un viaje en bicicleta con éxito es ir ligero de equipaje y no forzarse mucho los primeros días. Hasta en el viaje más corto y sencillo, vale la pena llevar las herramientas necesarias para arreglar un pinchazo. No es mala idea llevar repuestos de cables de freno y de marchas, llave inglesa, llaves Allen, radios de repuesto y cinta adhesiva resistente. A riesgo de decir una obviedad, todo eso no sirve de mucho si no se sabe qué hacer con ello. También es importante el mantenimiento: hay que revisar bien la bicicleta cada mañana y volver a revisarla por la noche, al acabar la jornada de pedaleo. Conviene llevar un buen candado y usarlo siempre que se deje la bicicleta sin vigilar.
Un ciclista experimentado puede hacer unos 80 km al día de media, pero depende del terreno y del peso que se lleve. No conviene exagerar; no tiene sentido quemarse en las etapas iniciales.
Los entusiastas de la bici montenegrinos de www.pedalaj.me y de Montenegro Bed and Bike (www.bedandbike.me) pueden ayudar con rutas, circuitos e ideas de alojamiento para quienes crucen el país pedaleando.
No hay servicios regulares de ferri dentro de Montenegro, pero hay taxis acuáticos en verano. Se pueden parar desde la playa para hacer un recorrido corto por la costa o ir a una de las islas. En temporada baja son más difíciles de encontrar; hay que buscarlos en los puertos deportivos. Algunos barcos anuncian cruceros fijos, pero normalmente se los contrata con fines específicos.
La red local de autobuses es amplia y de fiar. Los autobuses suelen ser cómodos y tienen aire acondicionado; rara vez están llenos. No suele ser difícil encontrar información sobre rutas y servicios en las estaciones. Casi todos muestran de manera ostensible los horarios, aunque no siempre están actualizados. Al igual que muchos otros trabajadores que trabajan de cara al público en Montenegro, algunos miembros del personal de las estaciones son más atentos que otros. Donde no hablan inglés, suelen escribirle al viajero el precio y el horario del autobús.
Es algo más barato comprar el billete en el autobús que en la estación, pero en teoría un billete comprado en la estación garantiza un asiento. Solo vale la pena reservar para los autobuses internacionales, en época de vacaciones o en los lugares donde los viajes de larga distancia sean infrecuentes. Si se deja el equipaje abajo, cobran 1 € por bulto.
Está prohibido fumar en los autobuses y esta norma suele cumplirse. La calidad de la conducción no es ni mejor ni peor que la de los demás conductores de estas carreteras.
Viajar por libre en automóvil o motocicleta es una forma ideal de moverse y descubrir el país; algunas zonas son tan hermosas que dejan sin aliento. La policía de tráfico está en todas partes; hay que respetar los límites de velocidad y llevar el permiso internacional de conducir.
Conviene calcular más tiempo para los recorridos ya que el terreno ralentiza. P. ej., es raro sobrepasar los 60 km/h en la carretera de la bahía de Kotor. El estado de las carreteras suele ser bueno, aunque son peores en zonas rurales, sobre todo en invierno y después del mal tiempo. Una carretera especialmente famosa es la Podgorica-Belgrado a su paso por el cañón de Morača, que a menudo resulta peligrosa por el mal estado de la carretera y el volumen de tráfico. Es buena idea conducir a la defensiva y tratar a todos los demás conductores como lunáticos (cuando se sientan al volante, muchos lo son). Y, por mucho que toquen la bocina o adelanten en curvas sin visibilidad, hay que evitar las confrontaciones.
El único peaje de Montenegro está en el túnel de Sozina, entre el lago Skadar y el mar (3,50 €/automóvil).
La Asociación Automovilística de Montenegro (Auto Moto Savez Crne Gore; www.amscg.org, 020-9807) ofrece asistencia en carretera, remolque con grúa y reparaciones. La Asociación Automovilística del Reino Unido (www.theaa.com) cuenta con excelente información en su sitio web, con consejos específicos para conducir por Montenegro.
Mientras se tenga el permiso de circulación, un documento que acredite la propiedad del vehículo y una póliza de seguros válida, no tiene por qué haber problema para ir a Montenegro en automóvil. Si este presenta desperfectos obvios, los guardas fronterizos deben proporcionar un certificado que aclare que los daños no ocurrieron dentro del país; dicho certificado se ha de enseñar al salir de Montenegro.
Antes de emprender el viaje, conviene conseguir un permiso internacional de conducir en el país de origen. Aunque a muchas compañías de alquiler les basta el permiso de conducir extranjero para alquilar automóviles, no hay ninguna garantía de que la policía de tráfico vaya a aceptarlo y no vale la pena darles una excusa para poner una multa.
Repostar no es problema en ninguna población de tamaño mediano, pero no conviene apurar el depósito. Hay unas cuantas gasolineras que abren hasta bien entrada la noche. Es fácil encontrar diésel y gasolina sin plomo de 95 y 98 octanos. Los repuestos necesarios para reparaciones importantes se encuentran sin problema en las ciudades, y hay mecánicos por todas partes para reparaciones sencillas.
No es difícil alquilar un automóvil en las ciudades grandes. Budva, sobre todo, está repleta de opciones. Las principales compañías europeas de alquiler de automóviles están presentes en diversos lugares, como p. ej. los aeropuertos, pero son más baratas las alternativas autóctonas. Si se vuela a Dubrovnik, sin duda es más práctico recoger el automóvil en el aeropuerto, pero hay que sopesar si compensa, teniendo en cuenta el posible riesgo de sufrir algunos de los actos vandálicos que, aunque sean de poca importancia, sufren a veces en Montenegro los vehículos de matrícula croata.
Alamo (www.alamo.com) Se recoge en los aeropuertos de Podgorica, Tivat o Dubrovnik.
Avis (www.avisworld.com) Se recoge en Budva o Bar, o en los aeropuertos de Podgorica, Tivat o Dubrovnik.
Europcar (www.europcar.com) Se recoge en los aeropuertos de Podgorica, Tivat o Dubrovnik.
Hertz (www.hertz.me) Se recoge en Podgorica o Budva, o en los aeropuertos de Podgorica, Tivat o Dubrovnik.
In Montenegro (www.inmontenegro.com) Se recoge en Herceg Novi, o en los aeropuertos de Tivat, Podgorica o Dubrovnik.
Meridian Rentacar (www.meridian-rentacar.com) Fiable opción autóctona con oficinas en Budva, Podgorica, Bar y en los aeropuertos de Tivat y Podgorica; hay alquileres desde 30 €/día.
National (www.nationalcar.com) Se recoge en Podgorica, o en los aeropuertos de Tivat, Podgorica o Dubrovnik.
Sixt (www.sixt.com) Se recoge en Herceg Novi, Tivat, Budva, Podgorica o Bar, o en los aeropuertos de Podgorica, Tivat o Dubrovnik.
Es obligatorio contar con seguro a terceros y hay que demostrarlo para poder entrar con automóvil en Montenegro. Hay que pedirle a la aseguradora que expida una Carta Verde (puede tener un coste adicional), un documento reconocido internacionalmente que demuestra que se tiene seguro, y comprobar que enumera los países que se pretende visitar. Esto es necesario en caso de accidente fuera del país donde está asegurado el vehículo. Las aseguradoras pueden proporcionar un Parte Europeo de Accidente multicopia para que las partes involucradas en un accidente puedan guardar copia de la información y reclamar a su aseguradora. Uno nunca debe firmar partes de accidente que no pueda entender o leer; hay que insistir en conseguir una traducción y firmar solo si esta es aceptable.
Algunas pólizas (sobre todo las de los vehículos de alquiler) no incluyen todos los países europeos y Montenegro suele ser uno de los excluidos; hay que comprobarlo antes de alquilar un automóvil. Al alquilar, hay que comprobar todos los aspectos que ofrece la póliza, incluida la franquicia (quizá se desee pagar algo más para reducirla) y las normas relativas a por dónde se puede o no se puede conducir (p. ej., carreteras de tierra).
La forma de aparcar de los autóctonos es bastante relajada; es posible quedar bloqueado por alguien que esté en doble fila. Hay formas de aparcar que parecen ilegales (p. ej., en la acera) pero están permitidas.
Hacer autostop nunca es totalmente seguro pero es común en Montenegro. En cualquier lugar del mundo, siempre existe un riesgo al compartir un automóvil con extraños. Es más seguro viajar en parejas y contarle a alguien los planes de viaje. Una vez que se pare un vehículo, es más seguro sentarse junto a una puerta que se pueda abrir. Hay que preguntar al conductor adónde va antes de decirlo uno mismo. Si uno se siente incómodo o los acompañantes no inspiran confianza, hay que confiar en el propio instinto y apearse ante el primer indicio de problemas.
Casi todas las ciudades montenegrinas, incluso Podgorica, son lo bastante pequeñas como para recorrerlas a pie. Podgorica es la única ciudad que cuenta con una útil red de autobuses urbanos (0,80 €/trayecto). Es fácil encontrar taxis en casi todas las poblaciones. Si no llevan taxímetro, hay que acordar el precio antes de ponerse en marcha. Algunos taxis de Budva tienen los taxímetros trucados con precios abusivos; si se sospecha algo, hay que pedir que pare inmediatamente.
Los Ferrocarriles de Montenegro (Željeznica Crne Gore; www.zpcg.me) tienen trenes que van al norte desde Bar y atraviesan el país antes de entrar en Serbia; son útiles las paradas de Virpazar, Podgorica, Kolašin, Mojkovac y Bijelo Polje. Hay otra línea que va al noroeste, de Podgorica a Danilovgrad y Nikšić.
Los trenes son antiguos y puede hacer calor en verano, pero los precios van acordes con eso y la ruta por las montañas es espectacular. Aparte de un descarrilamiento en el 2006 y una colisión en el 2012, en general los trenes suelen ser una opción buena y segura.