El protagonista del itinerario es IJsselmeer, el lago artificial de los Países Bajos.
Se pasan tres días en Ámsterdam para disfrutar de sus museos, parques, canales y vida nocturna. Se bordea hacia el norte la costa de IJsselmeer pasando por Waterland hasta el pueblo pesquero de Marken. Se recorren los diques en bicicleta hasta Edam, con su mercado estacional de queso (jul-ago). Después de hacer noche se va temprano a Alkmaar para visitar su centenario mercado de queso (abr-sep). Se explora el Zuiderzeemuseum de Enkhuizen.
Se viaja a Den Helder y se toma un ferri hasta la isla de Texel para pasar dos días disfrutando de la playa y las exploraciones en bicicleta; después un ferri lleva a Vlieland, donde hay que almorzar marisco en el strandpaviljoen (pabellón de la playa) Oost. Desde Vlieland se embarca en un ferri hacia Harlingen. Desde aquí la capital de Frisia, Leeuwarden, queda a un corto viaje en tren, igual que el rosario de poblaciones costeras, como Hindeloopen.
Se pone rumbo a la hanseática Zwolle y se visitan las ciudades fortificadas de Naarden y Muiden.