Los lugares de interés característicos de los Países Bajos pueden verse en un tranquilo periplo por el sur.
La primera semana se pasa en Ámsterdam y sus alrededores; la belleza de Waterland se disfruta en bicicleta.
En la segunda semana se visita el Haarlem de la Edad de Oro; los Jardines Keu-kenhof (en temporada); Leiden, llena de museos; La Haya, sede del Gobierno, y Delft.
Al comienzo de la tercera semana se pasa por la vanguardista Róterdam. Se toma un autobús acuático para admirar los molinos de Kinderdijk y después se pone rumbo a Middelburg, la restaurada capital de Zelanda, y el Proyecto Delta. El viaje por las provincias sureñas se interrumpe en Bergen op Zoom, con el palacio municipal más antiguo del país; en Breda, donde se vive en los cafés, y en Den Bosch, con sus canales. Se sigue hasta Maastricht para conocer sus recovecos medievales y su magnífica cocina. Después se va hacia el norte hasta la hanseática Deventer y luego hacia el oeste hasta el Museo Kröller-Müller en el Parque Nacional de Hoge Veluwe. Se termina en la universitaria Utrecht.