Dominado por el espectacular edificio de la CCTV (en la imagen), el sur de Cháoyáng ha vivido una espectacular transformación en los últimos años. Actualmente los rascacielos del distrito financiero están repletos de sofisticados bares y restaurantes. También abundan los mercados y los centros comerciales, además de tiendas de los principales diseñadores locales. Es imprescindible regatear.
Si es fin de semana, hay que levantarse temprano para ir al mercado de Pānjiāyuán, donde se pueden descubrir tesoros. Se puede pasar toda la mañana curioseando y salir del mercado con la bolsa bien llena.
Para almorzar, se puede ir al emblemático Din Tai Fung, cuyos dumplings se cuentan entre los mejores del mundo. Desde allí, se puede hacer un ligero desvío para admirar el cercano edificio de la CCTV, el más impresionante de los nuevos rascacielos de la ciudad. Luego se sigue con las compras. Los mercados y centros comerciales de esta zona son de visita obligada, pero conviene dejar tiempo para algunas de las tiendas menos conocidas.
Hay excelentes opciones para cenar. Nàjiā Xiǎoguǎn ofrece una carta repleta de antiguas recetas imperiales, mientras que Desert Rose es el mejor restaurante de Asia central de la ciudad. La velada se puede coronar con una copa en el Xiù, que goza de buenas vistas de la ciudad, o moviendo el esqueleto en Spark, la discoteca de moda de Beijing.