La vida urbana de Egipto puede saborearse en dos grandes ciudades. La enorme metrópoli de El Cairo invita a deambular por sus barrios, y Alejandría a empaparse de la cultura de los cafés y los logros grecorromanos.
En El Cairo se aconseja visitar el Museo Egipcio para sumergirse en la historia del país, y después pasear por el centro de la ciudad, de añeja elegancia. Al día siguiente se visitan las pirámides de Guiza y la necrópolis de Saqqara. El tercer día se toma el metro para ir a El Cairo copto y visitar el Museo Copto. Se va en un taxi hasta el parque Al Azhar y se disfruta de un almuerzo y de vistas a la ciudad; después, se pasa la tarde en El Cairo islámico. El último día es buena idea ir de cafés por la frondosa Zamalek, visitar galerías de arte y terminar subiendo a la Torre Cairo para gozar de una gran panorámica final.
La mañana siguiente se toma un tren expreso a Alejandría, donde se visita la Biblioteca Alejandrina y el Museo Nacional de Alejandría. El segundo día se va al Pastroudis y otros cafés donde antaño los literatos de la ciudad tomaban café.