Existe una razón por la que este yacimiento maya fue declarado una de las siete maravillas del mundo: su espectacularidad. Desde la imponente y monolítica pirámide El Castillo (donde la sombra del dios serpiente emplumada Kukulcán repta por las escaleras durante los equinoccios de primavera y otoño) hasta el Cenote Sagrado y el curioso El Caracol, el legado de los astrónomos mayas resulta fascinante.
Chichén Itzá

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