La cultura en Indonesia

Estilos de vida en Indonesia

La diversidad de la población de las 17 000 islas de Indonesia se hace patente en los más de 300 idiomas distintos y en lo variado de sus habitantes, desde los hípsters de Yakarta a los dialectos tribales y las tradiciones animistas de las comunidades escondidas en las montañas de Timor Occidental. A ello se suma la gran variedad de expresiones culturales, de la inmensa riqueza de Bali al austero conservadurismo de Aceh. Pese a su diversidad, casi todo el mundo habla una misma lengua: el bahasa indonesia, el idioma unificador de esta vasta amalgama de pueblos.

La identidad nacional

Indonesia está formada por una amplia y diversa gama de sociedades y culturas. Se dice que sumbaneses y sundaneses son tan distintos como suecos y sicilianos. Aun así, existe una identidad nacional indonesia fuerte, creada originalmente a raíz de la lucha por la independencia y, después, a partir de programas de educación y promoción del indonesio como idioma nacional. Sin embargo, Indonesia sigue sufriendo la tensión de numerosas fuerzas opuestas: el islam ‘estricto’ frente al islam ‘moderado’, el islam y el cristianismo frente al hinduismo, las islas de la periferia frente a Java, el mundo rural frente al urbano, los ricos frente a los pobres.

La diversidad cultural

Las diferencias culturales de Indonesia suponen todo un desafío para la cohesión social y a veces se han usado como pretexto para incitar a la violencia, pero siempre se impone el sentimiento de unidad nacional. Con excepciones tan notables como Papúa, los lazos se han fortalecido y la noción de una identidad indonesia se superpone, sin suplantarlas, a las muchas culturas regionales preexistentes. El lema nacional, “Bhinneka Tunggal Ika” (Unidad y Diversidad), ha sido adoptado por todos los indonesios del amplio y variado arco étnico y social que compone la nación.

La religión como elemento cultural

Un elemento cultural que une lo regional y lo nacional es la religión: el principio monoteísta de la Pancasila se mantiene firme. Aunque en Indonesia predomina el islamismo, en muchas zonas aparece entretejido con las costumbres tradicionales. Algunos territorios son cristianos o animistas, y Bali practica su propia modalidad de hinduismo. La religión está en la vida diaria: las mezquitas y los mushollas (oratorios) están siempre llenos, y en Bali hay emocionantes ceremonias hinduistas a diario, lo que provoca la delicia de los visitantes.

Modernidad y tradición

Los teléfonos móviles, enormes centros comerciales, clubes nocturnos con música techno y otras variantes de la modernidad son comunes en Indonesia, pero si las ciudades principales y los centros turísticos aparentan cierta riqueza tecnológica, otras zonas permanecen ajenas. Aun cuando la modernización se haya asentado en ellas, lo cierto es que los indonesios son muy tradicionalistas. Son muy fieles a sus tradiciones religiosas y étnicas, pero también mantienen hábitos sociales. La hospitalidad hacia los extranjeros está muy arraigada, todavía se trata con gran respeto a los ancianos, y cuando se visita la casa de alguien, siempre se saluda en primer lugar a los mayores, que son quienes suelen dar permiso para partir. Esto puede ocurrir en un ascenso a Medan o en una cabaña del valle de Baliem.

Forma de vida en Indonesia

La vida cotidiana de los indonesios ha cambiado con rapidez en las últimas dos décadas. En la actualidad mucha gente vive lejos de su región de origen, y las mujeres han traspasado el límite de las labores domésticas para dedicarse a la vida profesional y el estudio.

Vida familiar

La familia sigue siendo muy importante. Se hace evidente en festivales como el Idul Fitri (Lebaran, al término del mes de ayuno islámico), cuando las autopistas se colapsan y los ferris y los aviones están repletos con aquellos que van a ver a sus parientes. Incluso los fines de semana muchos viajan durante horas para pasar un día con su familia. En muchos sentidos, la noción de familia y de identidad regional se ha intensificado: con la emigración de las comunidades pequeñas a las grandes ciudades, el apego a las propias raíces se ha revalorizado.

Vida en el campo

Después de la familia, la principal unidad social es el pueblo, ya sea en zonas rurales o una barriada en un área urbana. Menos de la mitad de la población vive aún en áreas rurales (en 1975 era el 80%). Nueve de cada 10 niños terminan los cinco años de escuela primaria, pero solo seis de cada 10 cursan secundaria. Los hijos de las familias más pobres tienen que empezar a ayudar a la familia a una edad más temprana.

El espíritu rural se respira también en la periferia de Yakarta, p. ej., con barrios muy cohesionados donde los chicos van de una casa a otra y todos saben a quién pertenecen las gallinas. Existe también sentido de comunidad en un kos(apartamento con instalaciones compartidas), donde los inquilinos, alejados de sus familias, comen juntos y se acompañan.

Vida tradicional

Para muchos indonesios que todavía viven en sus regiones de origen, las costumbres y tradiciones siguen siendo parte del día a día: los toraja de Sulawesi aún construyen sus casas tradicionales según su categoría social; las tumbas de los antepasados siguen siendo el centro de los pueblos sumabaneses, ya que se cree que tienen incidencia en los acontecimientos diarios. Muchos dayak de Kalimantán siguen viviendo en grandes casas comunales que albergan a 20 o más familias.

Aunque la modernidad haya llegado a gran parte de la nación, las tradiciones ancestrales en algunos casos siguen condicionando la vida. En Bali, p. ej., todavía se celebra a rajatabla el día anual del silencio, el Nyepi (Año Nuevo lunar balinés): toda actividad se paraliza y todo el mundo permanece en casa (o el hotel) para que los malos espíritus crean que la isla está deshabitada y la dejen tranquila.

Comunidad LGTBI

El estatus de las comunidades LGTBI de Indonesia es muy contradictorio. Muchos indonesios de ambos sexos son abiertamente homosexuales y apenas existe represión. Pero esto no sucede en todo el archipiélago. En la conservadora Banda Aceh, en el 2017, dos hombres homosexuales fueron azotados en público tras ser descubiertos teniendo relaciones en un domicilio privado.

El reconocimiento de la identidad o los derechos homosexuales es una cuestión pendiente. Las actuaciones de warias (transexuales o travestidos) y prostitutas son de alto nivel, pero si la conducta homosexual es ampliamente aceptada, a nivel particular muchos la rechazan. Bali, más cosmopolita, y algunas ciudades javanesas se muestran más abiertas a la vida homosexual (aunque una boda celebrada en un resort en Bali en el 2015 recibió una amonestación oficial.

Multiculturalismo en Indonesia

Indonesia es, literalmente, un país con cientos de culturas. Cada una de sus más de 700 lenguas se corresponde, al menos hasta cierto punto, con una cultura diferente: desde la matrilineal minangkabau de Sumatra y la artística cultura balinesa hindú, hasta los marineros bugis y los toraja que sacrifican búfalos en Sulawesi, o los dani de Papúa, que se protegen el pene con una calabaza, por mencionar algunas. La naturaleza isleña y el terreno abrupto y montañoso han provocado el aislamiento de grupos de población y el desarrollo de diferencias culturales y lingüísticas extraordinarias en todo el archipiélago.

Una nación, culturas diferentes

La idea de que todos los pueblos de Indonesia pudieran formar una nación es relativamente reciente. Surgió al final de la época colonial holandesa. Los fundadores de la Indonesia del s. xxsabían que si un país con semejante diversidad cultural y religiosa se mantenía unido, necesitaría un gobierno especial. Impulsaron el nacionalismo indonesio y un idioma nacional (el bahasa indonesia, que actualmente hablan todos los indonesios aunque es lengua materna de solo un 20%). Se rehusó la idea de que Indonesia fuera una república federal o un Estado sujeto a las leyes del islam, aunque esta sea la religión de una gran mayoría. Actualmente casi todos los indonesios (con notables excepciones, como muchos papuanos y algunos acehneses) están firmemente imbuidos de la idea de una sola Indonesia, aunque persista la sensación de que se trata de un ‘imperio javanés’.

Religión en Indonesia

La Constitución indonesia afirma que el Estado se basa en la creencia en “un solo Dios”, pero paradójicamente garantiza “libertad de culto según la propia religión o creencia de cada cual”. En la práctica, esto se traduce en la obligatoriedad de seguir una de las religiones oficiales, que actualmente son seis: islamismo, catolicismo, protestantismo, hinduismo, budismo y confucionismo.

El islamismo es la religión predominante, pues lo practica aprox. el 88% de la población. En Java los peregrinos todavía visitan cientos de lugares sagrados donde creen que se concentra la energía espiritual. Los cristianos constituyen un 10% de la población y se hallan diseminados por todo el archipiélago. Los hindúes de Bali alcanzan aprox. el 1,5% de la población.

Sin embargo, se conservan las viejas creencias. Los antiguos indonesios eran animistas y practicaban el culto a sus ancestros y al espíritu.

Islam

El islamismo llegó a Indonesia a través de los comerciantes musulmanes de la península Arábiga y de la India ya en el s. vii,pocas décadas después de que el profeta Mahoma escuchara la palabra de Alá (Dios) en La Meca. Los primeros gobernantes indonesios convertidos al islamismo fueron los de los pequeños puertos del norte de Sumatra, Lamreh y Pasai, en el s. xiii. Durante los dos siglos siguientes la conversión de otros estados indonesios fue progresiva; después se hizo más rápida. La religión se difundió inicialmente a través de las rutas de comercio marítimo, y la conversión de Demak, Tuban, Gresik y Cirebon, en la costa norte de Java, a finales del s. xv,fue un paso decisivo. Si los primeros gobernantes indonesios que adoptaron el islamismo lo hicieron por contacto con comunidades musulmanas extranjeras, en otros casos la conversión fue consecuencia de una conquista. Los primeros dirigentes islamistas de Java han sido venerados y mitificados: son los denominados nueve walis(santos), cuyas hazañas, magia y guerras han generado muchas leyendas. Los peregrinos visitan sus sepulcros a pesar de que el islamismo prohíbe oficialmente el culto a los santos.

Costumbres

Indonesia tiene actualmente la mayor población musulmana del mundo, y el papel que el islamismo desempeña en la vida nacional es constantemente cuestionado. La principal corriente islamista es moderada: las mujeres musulmanas no están marginadas y en la mayor parte del país no tienen que usar la jilbab(tocado), aunque su uso se está extendiendo. Los hombres musulmanes pueden casarse con dos mujeres, pero deben obtener el consentimiento de la primera esposa. Aun así, la poligamia es muy rara en Indonesia.

El islamismo requiere a todos los jóvenes la circuncisión, que en Indonesia suele practicarse entre los 6 y los 11 años. Los musulmanes celebran el mes de Ramadán. Los viernes por la tarde están oficialmente dedicados al culto, por lo que todas las oficinas gubernamentales y muchos negocios permanecen cerrados.

Leyes islámicas

Algunos partidos islámicos intentaron que la sharia (ley religiosa islámica) fuese de obligado cumplimiento constitucional para todos los musulmanes indonesios, pero el Parlamento rehusó la propuesta en el 2002. La sharia fue proscrita por la dictadura de Suharto, pero desde entonces se han introducido algunos de sus elementos en algunas ciudades y regiones. La jilbab es obligatoria para las mujeres musulmanas, y las muestras de afecto en público, el alcohol y ‘la apariencia de prostituta’ son ilegales en la ciudad fabril de Tangerang, a las afueras de Yakarta. También las relaciones homosexuales, que pueden ser penadas con castigos físicos.

Las últimas elecciones han revelado que la gran mayoría de musulmanes en Indonesia son moderados y rechazan un estado islámico. Ninguna de las dos organizaciones musulmanas del país, los tradicionalistas Nahlatul Ulama (Renacer de los Académicos) y los modernistas Mhuammadiyah, que suman unos 75 millones de miembros, reivindican un Estado islámico. Sin embargo, un islamismo más fundamentalista va ganando fuerza. Mientras que algunas regiones como Sumbawa, Java Occidental y Aceh siguen siendo conservadoras, en algunas partes de Papúa Occidental y Sumatra hay registros de islamización obligatoria de chicas jóvenes, y en el 2017 el gobernador de Yakarta, cristiano de descendencia china, fue encarcelado durante dos años por blasfemia contra el Islam.

Grupos islámicos violentos

Los grupos militares islamistas que han saltado a los periódicos con acciones armadas solo representan a minorías. Jemaah Islamiah fue el grupo responsable de los atentados del 2002 y otras acciones terroristas. El Gobierno indonesio ha encarcelado o ejecutado a muchos de sus dirigentes, como el clérigo Abu Bakar Bashir, condenado a 15 años de prisión en el 2011. Pero los atentados suicidas en iglesias de Surabaya en el 2018 evidencian que el islamismo radical sigue presente en Indonesia.

Cristianismo

Los portugueses introdujeron el catolicismo romano en Indonesia en el s. xvi, pero nunca tuvo una influencia notable. El protestantismo llegó con los holandeses, aunque la actividad misionaria no llegó hasta que estos establecieron un dominio colonial directo en el s. xix. La ferviente actividad misionera se centró en las comunidades animistas y en partes de Nusa Tenggara, Molucas, Kalimantán, Papúa, Sumatra y Sulawesi. Un significativo número de indonesios chinos se convirtió al cristianismo durante la época de Suharto.

Los protestantes (aprox. el 7% de la población) superan en número a los católicos. Los principales núcleos protestantes están en la zona batak de Sumatra, las regiones minahasa y toraja de Sulawesi, entre los timor y sumba de Nusa Tenggara, Papúa, en algunas partes de Molucas y en los asentamientos dayak de Kalimantán. Los católicos son un 3% de la población y se concentran principalmente en Papúa y Flores.

Hinduismo y budismo

Estas religiones de origen indio desempeñaron un papel clave en la historia indonesia, pero actualmente son de práctica relativamente reducida. El hinduismo y el budismo llegaron con los comerciantes indios hacia el s. v, y fueron adoptados en muchos reinos. Todos los estados más poderosos del archipiélago practicaban el hinduismo, el budismo o una combinación de ambos hasta el s. xv, normalmente con elementos de la antigua fe animista. El hinduismo indonesio tendía a enfatizar el culto al dios Siva, el destructor, quizá por similitud con el culto previo a la fertilidad y también para apaciguar a los espíritus malignos. El budismo, más próximo a la filosofía que a la religión, rechazaba el panteón de dioses hindúes con el objetivo de eludir las tentaciones.

Aunque el islamismo acabó reemplazándolos en casi toda Indonesia, el hinduismo y el budismo dejaron una marcada huella en la cultura y la espiritualidad locales, que se hacen evidentes en el uso ininterrumpido de historias hindúes épicas del Ramayana y el Mahabharata en javanés y en el teatro y la danza balinesa, así como en monumentos importantes como los magníficos templos javaneses de Borobudur (budista) y Prambanan (hindú). Bali fue plaza fuerte del hinduismo porque los nobles y la intelligentsia del reino de Majapahit se congregaron allí después de que este fuera conquistado por el islam en el s. xv.

Casi todos los budistas de la Indonesia actual son chinos. Se estima que superan los dos millones de creyentes, aunque su número podría ser menor después de la reinstauración del confucionismo como religión oficial en el 2006; este credo fue suprimido en tiempos de Suharto, lo que obligó a muchos chinos a convertirse al budismo o el cristianismo.

Las mujeres en Indonesia

El reto de hallar un equilibrio entre el papel tradicional y las oportunidades y responsabilidades de la modernidad es más acusado entre las mujeres indonesias. Muchas tienen estudios superiores, ocupan cargos importantes y tienen una gran presencia en el mundo empresarial, pese a que en las elecciones generales de los años 2009 y 2014 se logró solo un 18% de escaños ocupados por mujeres, muy por debajo del 30% al que aspiraban varios partidos. Son comunes las familias con dos sueldos, a menudo producto de la necesidad; sin embargo, las mujeres en su mayoría siguen considerando el hogar y los hijos como dominio propio.

Como sociedad predominantemente islámica, Indonesia sigue siendo patriarcal, aunque las mujeres no están recluidas ni deben aceptar la purdah(ocultarse de los extraños mediante velo o ropa). La jilbab ha ido extendiéndose, pero no implica necesariamente el servilismo de las mujeres que la llevan. Cada vez es más frecuente en las zonas musulmanas ver mujeres cubriéndose la cabeza, aunque no así en los medios de comunicación.

Avances poco convincentes

A pesar de la evidente libertad social de las mujeres en las zonas urbanas, algunos consideran que los avances del islamismo conservador en los últimos 10 años son una amenaza. Las presiones para que las mujeres vistan y se comporten de un modo conservador proceden de la sharia, introducida en zonas como Aceh.

La tentativa de reformar la ley de familias en el 2005 y otorgar más derechos a las mujeres ni siquiera alcanzó el debate parlamentario después de que los integristas islámicos amenazaran a sus redactores.

Deportes en Indonesia

El futbol y el bádminton son los deportes nacionales. Los jugadores de bádminton indonesios ganaron la medalla de oro en dobles mixtos en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en el 2016.

El fútbol indonesio no ha conseguido grandes logros a nivel internacional; pese a ello, mucha gente lo practica por todo el archipiélago.

Muchas regiones, especialmente las que tienen una historia de luchas tribales, celebran concursos tradicionales de varios tipos durante las bodas, fiestas de la cosecha y otras ceremonias. A veces se representan batallas en Papúa, luchas caci con látigos en Flores y peleas con palos y escudos en Lombok. Sin embargo, la batalla ritual más espectacular tiene lugar en febrero y marzo durante el festival Pasola de Sumba, en el que numerosos jinetes ataviados con el traje tradicional se arrojan lanzas.

En Bali y otras islas son las peleas de gallos las que despiertan pasiones. Los espectadores (casi todos hombres) hacen apuestas, y aunque oficialmente es ilegal, en muchos casos se celebran abiertamente.

 

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