Para lesiones menores y problemas de salud comunes en los viajeros es fácil encontrar asistencia en las grandes ciudades y en Bali, pero a medida que uno se adentra en regiones más remotas los recursos se vuelven más escasos. Si la situación es grave, hay que abandonar Indonesia.
Aunque los turistas suelen preocuparse por contraer enfermedades exóticas en los trópicos, las graves y las que pueden causar la muerte son poco frecuentes. Son mucho más determinantes las enfermedades preexistentes, como las afecciones cardiacas y los accidentes (en especial de tráfico), que se cuentan entre las principales causas de muerte.
Si se traen medicamentos de casa, conviene conservarlos en su recipiente original y etiquetados claramente. También es recomendable llevar una carta del médico firmada y fechada en la que se indiquen las enfermedades del viajero y la medicación (con nombres genéricos). Si se llevan jeringuillas o agujas, en necesario contar con un documento que acredite su prescripción médica.
Si se toma una medicina de forma habitual, es aconsejable llevar las dosis dobles para prever casos de pérdida o robo. Se pueden comprar varios medicamentos sin receta, pero puede resultar difícil encontrar antidepresivos, medicación para la tensión y píldoras anticonceptivas.
Es fundamental saber qué precauciones se deben tomar en Indonesia. En Bali hay que prestar especial atención a la rabia, las picaduras de mosquito y el sol tropical. En el resto del país hay que tener en cuenta muchos factores.
Los siguientes consejos son solo una guía general y en ningún caso sustituyen la opinión de un médico especializado en viajes.
Aunque el viajero goce de buena salud, debería contratar un seguro de viaje, ya que pueden producirse accidentes. Sin seguro, la evacuación de emergencia resulta muy cara; pagar más de 100 000 US$ es algo habitual.
Hay que saber de antemano si el seguro pagará directamente al proveedor del servicio o si el viajero debe pagar primero y la compañía reembolsa el dinero después.
Si se planea hacer submarinismo, conviene asegurarse de que el seguro cubra esta actividad, o contratar otro seguro específico.
Algunos artículos recomendados para viajar con un botiquín personal básico (los más específicos se pueden obtener fácilmente en Indonesia, si es necesario):
En las zonas rurales puede ser complicado encontrar asistencia médica fiable, pero hoy en día muchas grandes ciudades disponen de clínicas específicas para viajeros y expatriados; suelen ser más caras que los centros locales, pero merece la pena usarlas ya que están mejor equipadas. Además, conocen el sistema sanitario local y pueden aconsejar sobre los mejores hospitales y especialistas de la zona. Estas clínicas también podrían ponerse en contacto con la aseguradora si el viajero necesitara ser evacuado.
Si uno cree que puede tener una enfermedad grave, en especial malaria, no debe perder ni un segundo y dirigirse al centro médico fiable más cercano para que lo traten.
En general, el nivel de atención sanitaria local no está a la altura internacional. A los médicos extranjeros no se les permite trabajar en Indonesia, aunque algunas clínicas (como las de Bali y Yakarta) para extranjeros cuentan con ‘asesores internacionales’. Casi todos los médicos indonesios trabajan en hospitales gubernamentales durante el día y en clínicas privadas por la noche, lo que significa que la asistencia privada no acostumbra a disponer de su mejor personal durante el día. Los casos graves se trasladan a Australia, Bangkok o Singapur.
El coste de la asistencia médica en Indonesia es económico para los estándares internacionales: una visita a urgencias en uno de los hospitales principales de una gran ciudad cuesta un mínimo de 500 000 IDR para tratamientos menores.
En Yakarta, otras ciudades grandes y Bali, las farmacias (apotik) suelen ser fiables. La cadena farmacéutica Kimia Farma (www.kimiafarma.co.id), es fiable y cuenta con muchos establecimientos en todo el país. Hay que tener cuidado en las farmacias de lugares pequeños, pues los medicamentos falsos, caducados o en malas condiciones de almacenamiento están a la orden del día.
Esta enfermedad transmitida por un mosquito es un problema importante, y la tasa de infección de Indonesia es de las más altas del mundo. Puesto que no existe una vacuna, la única forma de prevenirla es evitar las picaduras de mosquito. El mosquito transmisor actúa de día y de noche, así que se debe usar repelente a todas horas. Entre los síntomas figuran fiebre alta y fuerte dolor de cabeza y muscular. No existe un tratamiento específico, solo reposo y paracetamol, pero no aspirina, puesto que aumenta el riesgo de hemorragias. Se aconseja acudir al médico para el diagnóstico y seguimiento.
Este virus, que se transmite a través del agua y la comida, infecta el hígado, causando ictericia (piel y ojos amarillentos), náuseas y letargo, está presente en toda la región No existe un tratamiento específico, simplemente hay que dejar pasar un tiempo hasta que se cure el hígado. Las personas que viajen al sureste asiático deberían vacunarse contra la hepatitis A.
Es la única enfermedad de transmisión sexual que puede prevenirse con una vacuna. Se transmite a través de fluidos corporales, lo que incluye el contacto sexual. En algunas partes del sureste asiático, hasta un 20% de la población es portadora de la hepatitis B.
El VIH constituye un problema grave en muchos países asiáticos, y Bali tiene la tasa más alta de Indonesia. El riesgo principal para muchos turistas es el contacto sexual con locales, trabajadores del sexo y otros viajeros.
El riesgo de transmitir el VIH por vía sexual se puede reducir muchísimo usando un kondom (preservativo). Se pueden comprar en los supermercados, los puestos ambulantes y las farmacias de las zonas turísticas, así como en las apotik que hay en casi todas las localidades.
Aunque los viajeros no suelen contagiarse, cada año se registran numerosos casos de esta enfermedad vírica transmitida por un mosquito entre la población local. Gran parte de los casos se dan en las zonas rurales y se recomienda que se vacunen aquellos viajeros que vayan a pasar más de un mes fuera de las ciudades. No existe tratamiento; una tercera parte de los enfermos muere y otra tercera parte sufre daños cerebrales irreversibles.
El riesgo de contraer la malaria es mayor en las zonas rurales de Indonesia, aunque únicamente se considera que no hay malaria en las ciudades importantes de Java, Bali y las islas Gili.
Para prevenirla deberían combinarse dos estrategias: evitar las picaduras de mosquito y tomar medicamentos antipalúdicos.
La mayoría de la gente que contrae la enfermedad ha tomado una medicación inadecuada o ninguna.
Se aconseja a los viajeros que eviten las picaduras de mosquito haciendo lo siguiente:
Existen varios fármacos antipalúdicos (Artesunato y Cloroquina no son efectivos):
Doxiciclina Este comprimido diario es un antibiótico de amplio espectro que posee el valor añadido de ayudar a prevenir varias enfermedades tropicales. Entre los posibles efectos secundarios destacan la tendencia a quemarse con el sol, candidiasis, indigestión, acidez, náuseas y la interferencia en la efectividad de la píldora anticonceptiva.
Lariam (mefloquina) Ha recibido muchas críticas, en parte justificadas y en parte infundadas. Este comprimido semanal le funciona a mucha gente. Algunos de sus efectos secundarios graves, aunque poco frecuentes, son depresión, ansiedad, psicosis y ataques epilépticos.
Malarone Una combinación de atovacuona y proguanil. Los efectos secundarios, sobre todo náuseas y dolor de cabeza, son poco frecuentes y leves. Es el más adecuado para los submarinistas y para aquellos que permanezcan poco tiempo en las zonas de riesgo. Debe seguir tomándose hasta una semana después de dejar la zona de riesgo.
Se contagia por la mordedura o el lametón de un animal infectado, por lo general un perro o un mono, y puede causar la muerte si el viajero no se vacuna lo antes posible. En el 2008 se produjo un brote importante en Bali, pero se han registrado casos por toda Indonesia.
Para minimizar riesgos, conviene ponerse las tres inyecciones contra la rabia. Además, revacunarse un año después proporciona 10 años de protección. No suele haber vacunas en Bali, así que hay que ponérselas antes de partir.
También conviene evitar las mordeduras de los animales, sobre todo a los niños.
Vacunarse antes de viajar permite que el tratamiento en caso de contagio sea mucho más simple. Si se sufre una mordedura o un arañazo, hay que lavar suavemente la herida con agua y jabón, aplicar un antiséptico de yodo y acudir al médico.
Quienes no estén vacunados deben recibir una dosis de inmunoglobulina contra la rabia lo antes posible. Hay que limpiar la herida de inmediato y buscar asistencia médica enseguida. Conviene saber que las reservas de inmunoglobulina contra la rabia se agotan pronto en Indonesia, de modo que hay que estar preparado para viajar rápidamente a Singapur para recibir tratamiento.
Esta grave infección bacteriana se transmite a través de los alimentos y el agua. Sus síntomas son fiebre cada vez más alta y dolor de cabeza, posiblemente acompañados de tos seca y dolor de estómago. Se diagnostica con un análisis de sangre y se trata con antibióticos.
El virus H5N1 ha causado más de 100 muertes en Indonesia. La mayoría de los casos se han dado en Java. El tratamiento es complicado y reaparece periódicamente.
Las diarreas son con diferencia el problema que más afecta a los viajeros; entre un 30 y un 50% la padecen durante las dos primeras semanas del viaje. En más del 80% de los casos, son consecuencia de bacterias (hay varios posibles culpables), y por consiguiente responden de inmediato al tratamiento con antibióticos.
La diarrea se caracteriza por más de tres deposiciones acuosas al día, acompañadas por al menos uno de los siguientes síntomas: fiebre, calambres, náuseas, vómitos o malestar general.
La loperamida (Imodium) es solo un antidiarreico, pero no acaba con la causa del problema. Sin embargo, puede resultar útil, p. ej., si hay que realizar un trayecto largo en autobús. No se debe tomar en caso de fiebre o sangre en las deposiciones. Se recomienda buscar asistencia médica de inmediato si no se responde al tratamiento con un antibiótico apropiado. Si no fuera posible hay que intentar:
Es un grave problema en las ciudades, especialmente la causada por vehículos. Además, la neblina tóxica de los incendios provocados para despejar terreno para las plantaciones de palma cubre Sumatra en la estación seca. En caso de problemas respiratorios graves conviene consultar con el médico antes de viajar. También puede producir problemas respiratorios menores, como sinusitis, garganta seca e irritación ocular. Cabe plantearse el uso de una mascarilla, cada vez más frecuente entre los indonesios.
Los submarinistas y surfistas deberían consultar con un especialista antes de partir para asegurarse de que su botiquín contenga medicamentos apropiados para los cortes causados por corales o las infecciones de oído. En el caso del submarinismo, también deberían cerciorarse de que su seguro cubre la descompresión.
El clima caluroso y húmedo suele producir hinchazón en los pies y tobillos, y también calambres musculares debido a la excesiva transpiración. Para prevenirlo, se debe evitar la deshidratación y los grandes esfuerzos con calor. Hay que evitar lo siguiente:
Agotamiento por calor Los síntomas más comunes son sensación de debilidad, dolor de cabeza, irritabilidad, náuseas o vómitos, piel sudada, pulso débil o acelerado y una temperatura corporal ligeramente alta. El tratamiento consiste en alejar a la persona del calor o del sol, abanicarla y aplicarle paños fríos y húmedos en la piel, tumbarla con las piernas levantadas y rehidratarla con agua mezclada con sal, en una proporción de una cucharadita por litro. La recuperación es rápida.
Insolación Es grave y debe tratarse con urgencia. Los síntomas aparecen de repente, y pueden ser debilidad, náuseas, piel seca y caliente, una temperatura corporal de 41°C, mareos, confusión, pérdida de coordinación e incluso desmayos y pérdida de consciencia. Hay que buscar asistencia médica urgente y empezar por apartar a la persona del calor, desnudarla, abanicarla y aplicarle paños fríos y húmedos o hielo por todo el cuerpo.
Fiebre miliar Es una erupción cutánea común en los trópicos causada por la retención de sudor bajo la piel. El resultado es un sarpullido acompañado de picor. Se trata apartando del calor a la persona afectada y llevándola a un lugar con aire acondicionado durante unas horas. También debería darse duchas de agua fría.
No es extraño que durante su estancia en Indonesia el viajero haga algunos amigos indeseables.
Chinches No transmiten enfermedades, pero sus picaduras son muy molestas. Se puede tratar el picor con antihistamínicos.
Medusas La mayoría no son peligrosas, pero producen irritación. Las picaduras pueden ser bastante dolorosas, pero no fatales. Lo primero que hay que hacer en caso de picadura es echar vinagre en la zona afectada para neutralizar el veneno. Hay que acudir al médico en caso de sentirse mal tras una picadura.
Garrapatas Se agarran al cuerpo al caminar por el bosque. Si al viajero le ha picado una y nota síntomas como una erupción en la zona de la picadura, o en cualquier otro lugar, fiebre o dolores musculares, debe acudir al médico.
Incluso en los días nublados es fácil sufrir quemaduras solares, sobre todo cerca del ecuador. Para no acabar como los turistas de la playa de Kuta en Bali, o sea, rojo como una gamba, conviene:
Infecciones micóticas Existen dos infecciones micóticas que afectan a algunos viajeros. La primera se manifiesta en las zonas húmedas poco ventiladas, como el pubis, las axilas y los dedos de los pies. Parece un parche rojo que se extiende poco a poco y suele causar picor. Para tratarla hay que mantener la piel seca, evitar el roce y usar una crema antifúngica como Clotrimazol o Lamisil.
Cortes y arañazos Hay que prestar especial atención a los cortes y rasguños, ya que en climas húmedos se infectan con facilidad. Hay que lavar de inmediato la herida con agua limpia y aplicar un antiséptico. Si se perciben síntomas de infección, conviene ir al médico. Los submarinistas y los surfistas han de tener cuidado con los cortes producidos por corales, pues se suelen infectar.
En las zonas turísticas y las grandes ciudades suele ser fácil encontrar productos sanitarios, no así en las zonas rurales, donde resulta especialmente difícil encontrar tampones.
Las medidas para controlar la natalidad pueden ser de difícil acceso, de modo que conviene llevar anticonceptivos.
Antes y durante el viaje recomendamos que cualquier información relacionada con seguridad, salud, trámites administrativos como la expedición de visados, etc. sea verificada con el Ministerio de Asuntos Exteriores del país del viajero.