Luz, sonidos y sal: 10 grandes experiencias en Zadar, Croacia
Aposentada en un bello promontorio que se adentra en el mar Adriático, Zadar posee un casco antiguo compacto y bonito de iglesias doradas y ruinas romanas que contrasta con su sensacional telón de fondo de montañas calizas e islas distantes.
Menos turística que Dubrovnik y Split, las otras grandes urbes de la costa dálmata, Zadar es una ciudad dinámica, con una animada vida nocturna y un panorama gastronómico estimulante. La ciudad sirve también como base de excursiones a islas remotas y a bellos parques nacionales. Su pequeño tamaño permite a los viajeros conectar rápidamente con la vida y cultura locales y aquí van 10 pistas para redescubrirla.
1. Absorber el cautivador sonido del Órgano del Mar
Escuchando al Órgano del Mar, Zadar © Tanya Rozhnovskaya / Alamy Stock Photo
No hay nada en el mundo comparable al Órgano del Mar. La inspirada obra del arquitecto local Nikola Bašić canaliza el agua del Adriático a través de unos ingeniosos tubos subterráneos y genera sonidos cautivadores. Se puede pasear hasta la punta de la península de Zadar, sentarse en los escalones de piedra y escuchar como la marea, las olas y la crecida y caída de las aguas crean un catálogo de sonidos siempre cambiante, melancólico y nostálgico a la vez, que evoca las exhalaciones de las ballenas y los suspiros profundos de la Madre Tierra; y todavía es mejor hacer una aportación propia lanzándose al agua para nadar.
2. Disfrutar de la luz en El Saludo al Sol
Los patrones multicolores del Saludo al Sol de Zadar © Ventura / Shutterstock
Tras el éxito de su Órgano del Mar, Nikola Bašić creó El Saludo al Sol, un círculo de 22 m de diámetro compuesto por 300 placas de cristal de múltiples capas que de día absorbe la energía del sol y de noche transforma la ribera marítima. Es como un experimento solar, en el cual lo funcional (la energía recogida ilumina el paseo marítimo por la noche) coexiste con lo maravilloso (el espectáculo de luz resultante ofrece a los espectadores un recorrido por el sistema solar). Cuando el sol se oculta en el horizonte, la gente empieza a reunirse sobre el círculo de cristal.
3. Explorar las aguas esmeraldas del Parque Nacional de los Lagos de Plitvice
Cascadas del Parque Nacional de los Lagos de Plitvice © LeonP / Shutterstock
Las colinas boscosas, las cascadas y los lagos de un azul intenso que forman el Parque Nacional de los Lagos de Plitvice ofrecen una larga pero muy gratificante excursión de un día desde Zadar. El lago Kozjak, el más grande del parque, es la introducción ideal, y el sendero que recorre su orilla oriental conduce a otros lagos más pequeños, llenos de bosques, grutas, acantilados escarpados y cascadas. Entre los parajes más destacados figuran el lago Milanovac, de color esmeralda; el mirador de la caverna abierta de Šupljara; y la Veliki Slap, la cascada más alta de Croacia. Para esta excursión es necesario contar con un vehículo de alquiler, a menos que se opte por uno de los circuitos que ofrecen las agencias de viajes de Zadar.
4. Sumergirse en la vida nocturna de Zadar
Disfrutando de las vistas en Garden Lounge, Zadar © Tim Ertl / Garden Lounge Zadar
Existen pocos sitios más agradables donde pasar una tarde-noche de verano que los bares que se extienden sobre las baldosas del casco antiguo de Zadar; donde sirven copas de vino croata bajo la suave brisa del Adriático. Para los amantes de lo sofisticado, el barrio de Varoš, en la linde suroeste del casco antiguo, cuenta con cafés-bares muy populares entre la gente creativa, mientras que La Bodega, más a mano, es un templo dedicado a los vinos croatas. Pero para captar la esencia del estilo de Zadar, lo mejor es reclinarse sobre las antiguas murallas de la ciudad en Garden Lounge, un bar muy tranquilo con vistas al mar, reservados, tejidos vistosos y una banda sonora relajada muy al estilo ibicenco.
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5. Seguir los pasos de los romanos
El Foro Romano de Zadar © Inu / Shutterstock
En la Zadar romana, hace más de 2000 años, el principal punto de encuentro de la ciudad era el Foro, y así sigue siendo hoy. Es un buen sitio para descansar a la sombra de una columna romana que, durante la Edad Media, fue un pilar de la vergüenza al que se encadenaba a los delincuentes para humillarles en público, o reseguir el contorno de los altares con huecos que habrían servido para recoger la sangre de los sacrificios. Cerca de allí, el Museo de Vidrio Antiguo está lleno de urnas, amuletos, joyas y vasijas romanas, mientras que en el Museo Arqueológico hay una estatua de Augusto en mármol de 2,5 m de altura y una maqueta a escala del Foro.
6. Desarrollar el gusto por la cocina local
'Peka' recién hecha, una especialidad dálmata, Zadar © Wine & Food Hedonism
Al regresar a sus raíces gastronómicas –pescado fresco e ingredientes de producción local–, Zadar se ha posicionado en el centro del floreciente panorama culinario croata. En restaurantes como Foša y Kaštel se pueden saborear ingredientes locales como las delicadas trufas que aportan intensidad a los cremosos platos de pasta o las bandejas de queso de cabra de la isla de Pag y las finísimas lonchas de pršut (jamón croata parecido al prosciutto), curado y secado con los salobres vientos adriáticos. Para entrar de lleno en la cultura culinaria de la región es buena idea participar en un circuito o una clase de cocina de Wine & Food Hedonism, donde aprender el arte de cocinar una especialidad dálmata como la peka (una especie de guiso a la brasa) y catar deliciosos vinos y aceites de oliva locales.
7. Viajar en barco a las islas Kornati
El singular paisaje de las islas Kornati © biggunsband / Shutterstock
La austera y escarpada roca caliza tan emblemática de la costa dálmata del norte tiene su máxima expresión en las islas Kornati. Acantilados, calas, grutas y arrecifes son los ingredientes de una excursión en barco de un día que empieza y termina en Zadar, y, de paso, explora ‘otro mundo’. Las islas, deshabitadas, se yerguen como murallas escarpadas formando estructuras improbables sobre las aguas turquesas. De camino, la bahía del Parque Natural Telašćica es como las Kornatis, pero en miniatura: inquietante y conmovedora, es casi imposible dejar de mirarla.
8. Contemplar el deslumbrante ataúd dorado de San Simeón
El modesto exterior de la iglesia de San Simeón es el mero preludio a una de las piezas más extraordinarias de la iconografía religiosa de los Balcanes: el Sarcófago de San Simeón, un espléndido derroche dorado de cedro, plata y oro. Destacan los detalles de los relieves del ataúd, que representan desde las historias de las vidas de Jesús y los santos hasta una visita real a Zadar. Cerca de allí hay otras iglesias, cuyo exterior luce fielmente el característico estilo arquitectónico de piedra gris de Zadar, como la Catedral de Santa Anastasia, del s. XIII, y la iglesia de San Donato, del s. IX.
9. Catar el premiado queso de la isla de Pag
El queso de Pag, famoso en todo el mundo. © Natalia Bratslavsky / Shutterstock
Al norte de Zadar, Isla de Pag es una buena excursión de un día para los amantes del buen comer. El queso típico de la isla, el paški sir (queso de Pag), es un premiado icono culinario nacional, y debe su intenso sabor salado a las plantas saladas que pastan las 35000 ovejas que campan libremente por la isla. Es un plato clásico de las bodas croatas, donde se sirve junto con pršut y vino croata. El paški sir se puede probar en los restaurantes de Pag, pero la capital del queso en esta isla es el apacible pueblecito de Kolan. Sirana Gligora ofrece excelentes circuitos y catas, además de contar con una fabulosa quesería, y en Konoba Figurica sirven una fabulosa tabla de quesos.
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10. Disfrutar del Festival de la Luna Llena del mes de julio
El aire de Zadar se llena de magia la noche de luna llena de julio. Con motivo de un festival conocido localmente como Noć Punog Miseca, un montón de antorchas, velas y farolillos iluminan la ribera como probablemente hacían siglos atrás, mientras barcos iluminados con el mismo sistema y que se mecen en las aguas sirven exquisiteces locales y marisco fresco como si formaran parte de un mercado flotante. Es una noche espléndida para visitar la ciudad.