Berlín es un destino maravilloso para los 'gourmets'
La pasión berlinesa por lo moderno y lo nuevo también se refleja en la gastronomía. Berlín es una de las grandes capitales europeas que mejor combinan el glamour con el impulso vital, una mezcla que despierta el apetito por conocer su cultura, su historia y su gastronomía. Las claves para comer en Berlín como un auténtico berlinés son fáciles, tan solo hay que continuar leyendo.
Qué comer en Berlín
Los berlineses se caracterizan por estar siempre pendientes de lo último, sea en el arte, en la moda o en la comida. Siguen los dictados de la comida ecológica y los preceptos de slow food, además de ser fieles al uso de productos estacionales y de kilómetro 0. Por otra parte, la comida callejera y las food trucks están plenamente integradas en el panorama culinario. Algunos lugares fijos son citas ineludibles: los jueves hay que ir al Street Food Thursday de Markthalle Neun, en el barrio Kreuzberg; si es viernes, de primavera a otoño, mejor pasarse por Bite Club, y los domingos se impone pasear por el Kulturbrauerei para disfrutar del Street Food auf Achse.
Las hamburguesas y las pizzas han dejado de ser mera comida rápida para convertirse en un asunto serio. En este sentido apuntan las innovadoras hamburguesas de yak o jabalí o las pizzerías que reproducen el original napolitano: masa perfecta con ingredientes naturales realizada en un horno con cúpula.
Las mejores hamburguesas del mundo
Los que quieran estar a la última en tendencias gastronómicas deberán recorrer los barrios berlineses a la búsqueda de cocina vegana y comida cruda. Además de catar la oferta de platos israelíes: el hummus y el pastrami han conquistado a los berlineses y han llegado para quedarse.
En Berlín hay que probar platos locales como el currywurst (salchicha acompañada de salsa de tomate y curri en polvo), el döner (pan plano con carne asada y salsa de yogur que ideó un turco en el Berlín oeste de los años 70 del siglo pasado), boulette (curioso híbrido de albóndiga y hamburguesa), eisbein (jarrete de cerdo con sauerkraut, col fermentada) y Königsberger Klopse (albóndigas de ternera con salsa de alcaparras, patatas y remolacha).
Dónde comer en Berlín
Locales económicos
Los presupuestos más ajustados tienen opciones en los Imbiss que ofrecen salchichas, döner o pizza. Las panaderías, además de bollería salada, suelen preparar sándwiches. Y nada más berlinés que comprar en los mercadillos agrícolas: casi cada Kiez (barrio) monta al menos uno o dos cada semana. Entre los establecimientos más ajustados destacan Hummus & Friends, importado de Tel Aviv, W-der Imbiss, con su combinación de cocina india e italiana, y Burgermeister, unos antiguos lavabos públicos que sirven suculentas hamburguesas.
Cocina internacional
En Berlín también hay excelentes restaurantes asiáticos: japoneses como Zenkichi o vietnamitas como Umami. Coexisten junto a italianos que sirven pizzas gigantescas, Masaniello, u ocupan antiguas lavanderías, como Lavanderia Vecchia. Más allá, también el viajero también podrá disfrutar de delicias orientales en la cocina siria y berlinesa de Wolff & Eber o en la comida callejera árabe de Koshary Lux.
Típicos restaurantes
Para darse un festín de codillo, costilla de cerdo o hígado de ternera hay que ir a un restaurante berlinés de toda la vida: formal, con una amplia carta, manteles blancos y precios elevados. No defraudarán el Restaurant Tim Raue, con su mezcla de sabores asiáticos y occidentales, Einsunternull y su comida gourmet regional o la cocina francesa de Restaurant Faouborg. Tampoco desilusionarán los platos naturales de Katz Orange, que vienen directamente de la granja ni la reinterpretación de platos alemanes de Restaurant am Steinplatz.
Restaurantes románticos
Una cita en Berlín tiene muchas posibilidades de salir bien, pero se convertirá en todo un éxito si se celebra en un local junto al río, como Spindler & Klatt, o en una terraza del barrio Tiergarten, como Café am Neuen See, o con una buena copa de vino en la mano, como en Cafe Jacques.
Estrellas Michelin
La guía Michelin ha distinguido a varios restaurantes berlineses. Entre otros, destacan Reinstoff y su experimentación culinaria, realizada en una antigua fábrica de bombillas, Horváth y su creatividad, inspirada en la cocina austríaca, y el Restaurant Richard, que ofrece clásica cocina francesa en un artístico entorno.
Y de postre…
En Berlín puede comenzarse el día probando una pfannkuchen (también conocida como berliner), que es una especie de tortita rellena de mermelada y cubierta de azúcar glas. Pero las posibilidades de disfrutar para los golosos son unas cuantas más:
Un buen desayuno
Una ciudad tan vibrante como Berlín requiere de un extra de energía para comenzar bien el día. Para ello se puede acudir a Anna Blume, un local con mucho encanto floral, o a Cabslam-California Breakfast Slam, el sitio ideal para tomarse unos huevos rancheros. Si se puede desayunar al aire libre, en Tiergarten hay un rincón muy tranquilo (y romántico), el Café am Neuen See.
Un paraíso de helados
Berlín es la meca de los amantes de los helados, e innumerables heladerías surgen por toda la ciudad. La preocupación por la comida sana se traduce en la pasión por el yogur helado. Son muy recomendables Caffe e Gelato y Fräulein Frost.
Las mejores heladerías del mundo