TOP 10 ciudad #BestinTravel 2016
Roma, la ciudad eterna, nunca pasa de moda. Pero todos los caminos llevarán a ella en el 2016. Los peregrinos irán hasta Italia porque el papa Francisco lo ha decretado como Año de la Misericordia, pero también hay razones terrenales para visitarla: han restaurado el Coliseo; la Fontana de Trevi ha recibido un lavado de cara y, por si fuera poco, Roma protagoniza dos futuros éxitos de taquilla, un remake de Ben Hur y Spectre, la nueva película de James Bond.
Roma es una capital con carisma. Hay magia en cada rincón, sus piazzas soleadas, su esplendor antiguo, sus iglesias rebosantes de obras maestras y las vespas que pasan zumbando a la italiana. Pero el 2016 será un año sublime para visitarla: oficialmente, es el Año de la Misericordia, como anunció el papa Francisco, lo cual atraerá a miles de peregrinos para celebrar su fe. También es un gran año en términos más prosaicos, ya que se desvelarán por fin las obras de restauración a gran escala del Coliseo.
Tras varios años envuelto en lonas y andamios, el antiguo estadio romano finalmente quedará expuesto en todo su esplendor. En el 2013, el ministro italiano de Cultura y Turismo se asoció con la empresa de artículos de piel de lujo Tod’s, que donó 25 millones de euros para financiar las obras. Desde entonces, legiones de arqueólogos y limpiadores han trabajado con sumo cuidado para dar lustre al edificio, de 2000 años de antigüedad, con agua nebulizada.
Asimismo, la Fontana de Trevi quedará expuesta tras los trabajos de limpieza patrocinados por la marca de lujo Fendi, que también ha financiado la remodelación de otras cuatro grandes fuentes. Hacía siglos que los monumentos de Roma no se veían tan radiantes.
Eso no es todo. Este año la ciudad eterna también será una estrella de cine. Que el viajero se imagine a sí mismo en la antigua Roma, vitoreando a las cuadrigas en el Circo Máximo, cuando el remake de Ben Hur llegue a la gran pantalla. En Roma también se puede visitar Cinecittà; además, la última película de James Bond, Spectre, está parcialmente ambientada en la ciudad e incluye trepidantes persecuciones de coches junto al Tíber.
- Contemplar el perfil urbano en tonos ocres desde uno de los muchos miradores de la ciudad, contando las cúpulas que se alzan como islas.
- Pasear entre una de las arquitecturas más bellas del planeta, comer unos de los mejores helados del mundo.
- Tomar café o un Campari en una plaza bañada por el sol y maravillarse, siempre, ante las capas y capas de historia, ricas y únicas, que dan forma a Roma.
Los vendedores ambulantes de los enclaves turísticos han cambiado los cachivaches que se iluminan por palos de selfies. Pero cuando llueve (que no es a menudo), siempre acaban vendiendo paraguas como por arte de magia.
¿Sabrá el gobierno municipal actual cuidar Roma como la ciudad lo merece? La anterior administración quedó en entredicho por los casos de corrupción, con personajes prominentes que se embolsaron el dinero destinado al mantenimiento y los servicios de la ciudad.
Hay un empate entre el Museo de las Almas de los Difuntos (Museo delle Anime dei Defunti; Lungotevere Prati 12), dedicado a las almas perdidas que vagan por el inframundo y que expone impresiones manuales chamuscadas de libros de oraciones y demás, y la cripta capuchina de Santa Maria della Concezione dei Cappuccini (Via Veneto), con una hilera de capillas subterráneas decoradas únicamente con huesos humanos.
Si el viajero es capaz de abandonar los puntos de interés, los paseos románticos y la cocina, Roma es una ciudad maravillosa para ir de compras, con un montón de tiendas independientes que venden productos muy atractivos, como perfumes artesanales o papel pintado a mano. Sin embargo, lo mejor de ir de compras por Roma son sus artesanos. En los polvorientos talleres de algunos callejones hay gente tallando marcos de fotografías o cosiendo artículos de piel y grabando tabletas de mármol, que pueden encargarse customizados.
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