Maurienne y Vanoise

Circo glaciar de Les Évettes, Saboya y Mont Blanc, Francia
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Para sus vecinos saboyanos, Maurienne presenta la imagen de un valle sombrío e industrial. Sin embargo, al igual que sus iglesias barrocas, esconde tesoros bajo un caparazón austero. Arteria de comunicación desde hace siglos hacia Italia, Maurienne se ha transformado para acoger un turismo racional que no ha deteriorado sus paisajes ni su patrimonio cultural. Esquiadores de todos los niveles se deleitan en sus zonas de esquí de tamaño no desmesurado. Y los aficionados al ciclismo afrontan puertos míticos. Cuanto más se avanza a lo largo del Arc, más sonriente se muestra el valle, hasta Bonneval-sur-Arc, un pueblo declarado patrimonio. Entre Alta Maurienne y Tarentaise se abre el macizo de la Vanoise: paisajes intactos y senderismo.

 

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