Lago de Roselend

En el corazón de las verdes praderas alpinas hay un lago, el color de cuyas aguas varía entre turquesa y esmeralda, y una enorme presa considerada como la más estética de Saboya… Resulta difícil imaginar de otra manera este paisaje digno de postal. Sin embargo, antes de 1960, aquí había un pueblo, Roselend, alrededor del cual se había desarrollado una vida pastoril e incluso el inicio de una actividad turística. Todo eso desapareció cuando se construyó la presa.

Sin embargo, no hay mal que por bien no venga, ya que esa construcción faraónica de 800 m de longitud y 150 m de altura puso freno a la aparición de un turismo de masas; además, Électricité de France pagó indemnizaciones que permitieron indirectamente el nacimiento de la cooperativa lechera de Beaufort. El único recordatorio que queda de la aldea sumergida es la Chapelle Sainte-Marie-Madeleine, junto a la D925, una réplica de la original y un bonito lugar para hacer un pícnic frente al lago. En los alrededores hay abundantes rutas de senderismo. Con inicio desde el llano de la Lai, se recomienda la ruta de la Grande Berge (2½ h). Esta excursión familiar que recorre el GR5 pasa por un auténtico chalé de pastos alpinos, el refugio de Plan Mya (06 08 46 03 10; www.refuge-mya.com; pernoctación con media pensión 40 €, cena 15 €; med jun-med sep), y permite observar las marmotas en las praderas por encima del lago. La más ardua ruta del Roc-du-Vent (5 h) abarca una impresionante formación rocosa que domina los lagos de Roselend y de la Gittaz. En el peñasco hay una magnífica vía ferrata. Por último, la ruta circular de la Roche Parstire (4½ h), con inicio en el Col du Pré (aparcamiento), ofrece vistas panorámicas de 360°, con Roselend, el valle de Arêches y el Mont-Blanc como telón de fondo.

Desde Beaufort se puede llegar al lago de Roselend por la D925, pero también se puede pasar por el Col du Pré, vía Arêches y Boudin. La carretera es magnífica, aunque un poco sinuosa y estrecha. También se puede llegar a pie desde la oficina de turismo de Arêches (4½ h, ida y vuelta).