Todo el mundo quiere ver la aurora boreal, ese caleidoscopio celestial que transforma las largas noches de invierno en lámparas de lava naturales. Este asombroso fenómeno se forma cuando un destello solar resulta atraído por el campo magnético terrestre hacia el Polo Norte. El resultado es una serie etérea de luces verdes, blancas, violetas o rojas, que danzan en el aire como silenciosos fuegos artificiales. Para verlas se necesita tener mucha suerte. Las posibilidades aumentan con los cielos despejados de las noches entre mediados de septiembre y mediados de abril.
Aurora boreal
Ingolfur Bjargmundsson_Getty Images