Viajar con niños a Dolomitas

Viajar con niños a los Dolomitas

Niños y montañas escarpadas puede parecer un binomio preocupante, pero no hay que temer: no será una experiencia aterradora. Al contrario, las vastas praderas y la gran oferta de actividades hacen de este un lugar perfecto para ir de vacaciones con los niños. La zona dispone de todas las instalaciones necesarias, y los operadores tienen claras las necesidades de los pequeños viajeros, que pueden entrar en contacto con los animales o iniciarse en el ocio o el deporte en la nieve, algo tan positivo para ellos como divertido: padres e hijos quedarán satisfechos por igual.

Mucha calma...

Por supuesto, la montaña tiene sus peligros, pero basta con no bajar la guardia –la prudencia dictada por el sentido común es suficiente– y considerar que los niños en muchos casos se muestran más desenvueltos y despiertos que los mayores, y que con su entusiasmo sabrán disfrutar hasta con el esfuerzo de las caminatas y la dificultad de aprender a esquiar. Pero sobre todo hay que tener presente que los niños deben practicar actividades aptas a sus capacidades, y al final los adultos tendrán envidia al ver cómo se divierten.

Entre animales...

  • Parco Faunistico di Spormaggiore ¿Dónde podemos ver el oso, el zorro, el lince, el lobo, el búho emperador, el gato montés…? En la montaña, es obvio, pero… ¿todos juntos? En el Parco Faunistico di Spormaggiore, donde viven animales recuperados de manos de quien no los trataba con el cuidado y el cariño debidos. En la granja se puede entrar en contacto con algunos animales, por ejemplo dando de comer a las cabritas. Es increíble lo que pueden llegar a comer.
  • Como los esquimales En Alaska la nieve es una constante todo el año; en Madonna di Campiglio solo la hay la mitad del año, pero en esa mitad se puede imitar a los inuit y aprender a ir en trineo de perros, tirado por los bellos husky, experiencia también apta para los pequeños, gracias a los hábiles y simpáticos instructores.
  • A caballo Son muchos los lugares donde se puede practicar la equitación en los Dolomitas, aunque sea la primera vez. Desde luego es una de esas actividades que satisfacen a todo el mundo: los mayores disfrutarán de una excursión diferente, y los pequeños aprenderán a montar.
  • Rebecos, marmotas y osos Los niños más mayores y en forma quizá se vean motivados para subir a la montaña sabiendo que pueden encontrarse cara a cara con los animales de cotas altas. No es tan raro, y hay que recordar que se trata de animales salvajes, así que se agradece la ocasión de poder verlos de lejos, sin molestarles.

...y entre dinosaurios

  • Hace 200 millones de años por los Dolomitas paseaban dinosaurios. ¿Cómo lo sabemos? Porque hace poco más de 20 años unos escolares que habían salido de excursión descubrieron sus huellas en Claut. Y las hay también en el Pelmetto, donde un sendero lleva su nombre (Via dei Dinosauri), y en el Bletterbach, en una garganta que ya de por sí justifica la excursión.
  • Otras huellas, aunque reproducidas, son las que alberga el Museo Vittorino Cazzetta de Selva di Cadore, y también el Dolomythos de San Candido, donde también se pueden ver fósiles y disfrutar de historias legendarias.
  • El oso cavernario No será un dinosaurio, pero sí un gigante: se trata del Ursus ladinicus, mamífero de hace 60 000 años del que se conservan esqueletos en el Museum Ladin Ursus Ladinicus de San Cassiano.

¿Quién ha dicho que los museos son aburridos?

  • MUSE Es un museo donde se puede hablar en voz alta, tocar casi todo, experimentar con mil cosas… ¡hasta correr! (siempre con cuidado, claro). Entre otras cosas se descubrirá la jungla tropical: hay una de verdad en el interior. Se encuentra después del esqueleto de cachalote que baja del techo, junto a la zona donde se hacen los experimentos (atención, padres: con reserva previa, un guía se hará cargo de vuestros futuros naturalistas y les explicará los misterios de la física y la historia de los Dolomitas).
  • Ötzi Para hacer un viaje a la prehistoria y descubrir el hombre primitivo más famoso solo hay que ir al Museo Archeologico dell’Alto Adige, donde se conserva la momia de este antiquísimo cazador, el “hombre del hielo”. Quien se espere un cavernícola peludo se llevará una sorpresa: este tiene ropa, armas y herramientas. Después se puede participar en alguna de las muchas actividades infantiles.
  • Los animales disecados parecen haber invadido el Museo Civico di Storia Naturale de Pordenone. Hay muchos, de todo tipo, y todos muy bonitos. En realidad se trata de una ocasión única para ver de cerca animales a los que de otro modo no se podría acceder.
  • Ciencias naturales En los Dolomitas hay numerosos museos de ciencias naturales o historia natural, y están indicados en la guía. Los del Alto Adigio, en particular, están adaptados a las exigencias de los más pequeños, a los que se explican las mismas cosas que a los adultos, aunque quizá de un modo mejor, estimulando su curiosidad. Resultará sorprendente ver lo fácil que es aprender.

Las maravillas del terreno

  • Grutas Son muchas las grutas repartidas por la región. Tienen nombres misteriosos e inquietantes, algunas están llenas de vegetación, otras de hielo, y otras esconden ríos subterráneos, pero también osos y murciélagos. Pero no suponen ningún riesgo. ¡Ánimo, y a visitarlas!.
  • Cañones y gargantas El agua es uno de los elementos fundamentales de los Dolomitas. Y al fluir en impetuosos torrentes y majestuosos ríos ha creado verdaderas maravillas naturales.

En la nieve

  • Aprender y divertirse a la vez no es fácil. Pero con ayuda de los instructores de las numerosas escuelas de esquí (y con un poco de dedicación) enseguida se conseguirá el objetivo. ¿Un ejemplo? El Baby Park Fiabilandia di Moena.
  • ‘Luge’ y ‘tubing’ de nieveNo hay que confundir el luge con el bobsleigh, el trineo de pista: el luge es una actividad que goza de gran respeto y muy practicada en el Trentino y el Alto Adigio. Pero cuando los adultos quieren divertirse de verdad, se tiran ladera abajo con sus hijos sobre unas enormes cámaras de aire y practican el tubing.

Aventuras para todos los gustos

  • El Sentiero degli Abeti Giganti, en el Val Noana, es el escenario perfecto para descubrir gnomos y duendecillos.
  • En Ortisei el Parco Avventura Emozion Col de Flam cuenta entre sus atracciones con una tirolina de casi 700 m de longitud. Adrenalina y diversión garantizados.
  • En el Sentiero Avventura MonteRaida de Santa Cristina la estrella es el columpio gigante en el bosque.
  • En Claut hay todo un poblado construido sobre los árboles, y otro en el monte Civetta. Poleas, puentes suspendidos y plataformas entre las copas de los árboles para sentirse como Tarzán.
  • ¿Qué tal lanzarse 1 km por entre los bosques de abetos con un trineo sobre raíles, dando saltos, trazando parabólicas, un bucle de 360 grados, con cambios de pendiente y unas curvas de impresión? Es lo que ofrece la tobogán del Alpine Coaster Gardoné.
 

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