Un festín para los sentidos, el palermitano mercado de Ballarò es un cruce entre bazar norteafricano y mercado de la Italia peninsular. Los fruteros anuncian sus mercancías a voces, el aroma de los cítricos impregna el ambiente y el chisporroteo de los buñuelos de garbanzos crepita en el aire. Al otro lado de la isla, La Pescheria de Catania ofrece otra memorable visión de la vida siciliana, con un caos de puestos en los que cabezas de peces espada comparten espacio con sardinas apiladas sobre el hielo.
Mercados

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