Este viaje de Ginebra a Zúrich (385 km) combina la energía metropolitana con el encanto de los pueblos. Es muy fácil hacerlo en automóvil o en transporte público o ir en avión a una de las dos ciudades y regresar al punto de partida en tren (2¾ h).
Visítese Ginebra, la ciudad más cosmopolita de Suiza. Luego, tras recorrer la orilla del lago alpino mayor de Europa, se llega a la vibrante Lausana, una empinada ciudad ribereña con bares y terrazas muy animados y un bonito casco antiguo. Se continúa por la misma ruta, apodada la “Riviera suiza”, hasta la región vinícola de Lavaux y más allá, pasando junto al ribereño Château de Chinon hasta llegar a Montreux. Se sigue en dirección norte hasta Gruyères, tierra de castillos, quesos, nata y merengues. Más al norte se halla Friburgo, en la frontera idiomática del francés y el alemán. Después se pasa por Berna, la bonita capital suiza. El recorrido baja a las poblaciones ribereñas que rodean Interlaken (ideal para esquiar y realizar otras actividades al aire libre) para luego ir al norte hasta Lucerna. Más adelante el ambiente cambia radicalmente: después de Zug está Zúrich, la ciudad más moderna y animada de Suiza.