Información y Consejos de Salud para ir a Perú

No es inusual sufrir mal de altura en los Andes o problemas de estómago, a pesar de la maravillosa reputación culinaria de Perú. Debido a la variedad climática del país el viajero se enfrentará a riesgos diferentes en cada zona. Muchas de las infecciones transmitidas por alimentos o por mosquitos, no son mortales pero pueden arruinar un viaje.

Además de vacunarse, es importante aplicarse repelente de insectos y tener cuidado con la comida y bebida.

Antes de ir a Perú

Como casi ninguna vacuna proporciona inmunidad hasta al menos dos semanas después de su aplicación, conviene ir al médico de cuatro a ocho semanas antes de salir de viaje.

Pídase al médico un Certificado Internacional de Vacunación (o “cuadernillo amarillo”), donde se señalan todas las vacunas recibidas. Es obligatorio para los países que requieren una prueba de haberse vacunado de la fiebre amarilla, pero es buena idea llevarlo siempre que se va de viaje.

Los medicamentos se deben llevar en sus envases originales y claramente etiquetados. También es buena idea llevar una carta del médico con su firma, la fecha y una descripción de las enfermedades y medicamentos, incluidos sus nombres genéricos. Si se llevan jeringuillas o agujas, no hay que olvidar llevar una carta del médico que documente su necesidad médica.

Casi todos los doctores y hospitales esperan pagos en efectivo, tanto si se tiene seguro de salud en viaje como si no.

Seguro de viaje a Perú

Todos los viajeros deben tener seguro de viaje. Si se tiene uno que no cubre los gastos médicos en el extranjero, es buena idea pagar un suplemento. Conviene averiguar con antelación si la aseguradora pagará directamente a los proveedores o si devolverá al viajero el dinero de los gastos de salud realizados en el extranjero.

Vacunas recomendadas

La única vacuna obligatoria para entrar en Perú es la de la fiebre amarilla, y solo si se proviene de un país de África o América en el que esté presente. No obstante, se recomienda a los que visiten la jungla, lo mismo que las pastillas contra la malaria.

En Perú se dan infecciones transmitidas por mosquitos como la malaria, la fiebre amarilla y el dengue, aunque son raras en regiones templadas.

Botiquín

  • antibióticos
  • antidiarreicos (p. ej., loperamida)
  • analgésicos suaves, tipo aspirina o paracetamol
  • antiinflamatorios (p. ej., ibuprofeno)
  • antihistamínicos (contra el mareo, las alergias como la fiebre del heno, las picaduras de insectos)
  • antiséptico para cortes y heridas (p. ej., Betadine)
  • crema a base de esteroides o cortisona (para la urticaria provocada por hiedra o zumaque venenosos y otras reacciones alérgicas)
  • vendas, tiritas y otros protectores para las heridas
  • esparadrapo
  • tijeras, imperdibles, pinzas
  • termómetro (recuérdese que los de mercurio están prohibidos en los aviones)
  • navaja
  • repelente de insectos con dietiltoluamida (DEET) para la piel
  • insecticida con permetrina para ropa, tiendas de campaña y mosquiteras
  • crema solar de alta protección
  • tratamiento contra la deshidratación tras una diarrea, muy importante en el caso de niños
  • pastillas y filtros purificadores de agua
  • acetazolamida (contra el mal de altura)

Webs

Organización Mundial de la Salud (http://www.who.int/ith/es/index.html) Descarga gratis de Viajes internacionales y salud.

MD Travel Health (www.mdtravelhealth.com) Recomendaciones sanitarias en viajes.

Asistencia médica

En Perú

Lima cuenta con clínicas abiertas las 24 h. Las zonas rurales ofrecen servicios médicos básicos. Aunque se disponga de un seguro de viaje quizá haya que pagar en efectivo.

Ante problemas médicos graves suele evacuarse al paciente. En el sitio web del Departamento de Estado de EE UU (travel.state.gov/content/passports/en/go/health/insurance-providers.html) hay una lista de evacuación médica y de empresas aseguradoras.

Las farmacias se identifican con una cruz verde o roja, y cuentan con la mayoría de los medicamentos disponibles en otros países.

Enfermedades infecciosas

La mayoría de las siguientes enfermedades son transmitidas por los mosquitos. Conviene tomar precauciones para minimizar las posibilidades de recibir picaduras. Esto también protegerá frente a otras enfermedades transmitidas por insectos como la bartonellosis (fiebre de la oroya), la leishmaniasis y la enfermedad de Chagas.

Cólera

Infección intestinal que se contagia a través de comida o agua contaminadas y causa una intensa diarrea que puede provocar una deshidratación mortal. Se trata con rehidratación oral y posiblemente antibióticos.

Dengue

Infección viral transmitida por mosquitos de charcas o contenedores de agua estancada. Se suele contraer en entornos urbanos densamente poblados como Lima y Cuzco.

Sus síntomas, parecidos a los de la gripe, incluyen fiebre, dolor muscular, de las articulaciones y de cabeza, náuseas, vómitos y a menudo sarpullido. El dolor corporal incomoda, pero suele curarse en pocos días.

Se trata con analgésicos como el acetaminofén/paracetamol y bebiendo abundante líquido. Los casos graves pueden requerir hospitalización.

Malaria

Transmitida por la picadura de mosquitos, en general entre el anochecer y el amanecer. Provoca fiebre alta, en ocasiones acompañada de escalofríos, dolor de cabeza y corporal, debilidad, vómitos o diarrea. En los casos más graves provoca confusión, ataques de apoplejía, el coma y la muerte.

Es muy recomendable tomar las píldoras contra la malaria si se va a viajar a cualquier parte de Perú, excepto a Lima y alrededores, el litoral al sur de Lima y las zonas montañosas (entre ellas los alrededores de Cuzco, Machu Picchu, lago Titicaca y Arequipa). La mayoría de los casos se localizan en Loreto, en la zona noreste del país, donde ha alcanzado un nivel epidémico.

Fiebre tifoidea

Causada por la ingesta de comida o agua contaminada por Salmonella typhi. Provoca fiebre en casi todos los casos; otros síntomas son dolor de cabeza, malestar, dolores musculares, mareo, pérdida de apetito, náuseas, dolor abdominal, diarrea o estreñimiento. También puede provocar perforación de los intestinos, hemorragia intestinal, confusión, delirio y, rara vez, el coma.

La vacuna se administra por vía oral o parenteral. Se trata con un antibiótico del grupo de las quinolonas, como ciprofloxacino o levofloxacina.

Fiebre amarilla

Es una infección viral muy grave, transmitida por un mosquito de las zonas boscosas. Los síntomas recuerdan a los de la gripe: fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, dolores musculares y abdominales, vómitos, pérdida de apetito y náuseas. Suelen desaparecer al cabo de unos días, pero una de cada seis personas entra en una segunda fase más tóxica caracterizada por fiebre recurrente, vómitos, apatía, ictericia, insuficiencia renal y hemorragias que pueden provocar la muerte. No existe tratamiento, solo cuidados paliativos.

La vacuna de la fiebre amarilla es del todo recomendable para los que visiten las zonas selváticas de altitud inferior a los 2300 m. Casi todos los casos se producen en los departamentos de la selva central. La vacuna ha de administrarse al menos 10 días antes de una potencial exposición; es efectiva durante 10 años.

Riesgos específicos

Mal de altura

Provocado por la ascensión rápida a altitudes superiores a 2500 m (como Cuzco, Machu Picchu y el lago Titicaca). La buena forma física no lo previene. Los síntomas incluyen dolor de cabeza, náuseas, vómitos, mareo, malestar, insomnio y pérdida de apetito. Los casos más graves pueden presentar fluido en los pulmones (edema pulmonar de gran altitud) o hinchazón del cerebro (edema cerebral de gran altitud). Si los síntomas persisten más de 24 h hay que descender al menos 500 m y acudir al médico.

La mejor prevención es pasar un par de noches o más cada 1000 m de ascensión. Puede tomarse acetazolamida 24 h antes del ascenso. Una alternativa natural es el ginkgo.

También es importante evitar los esfuerzos, tomar comidas ligeras y no consumir alcohol. Si los síntomas no son leves o no desaparecen rápido hay que acudir a un médico, pues los casos más graves pueden provocar la muerte.

Hipotermia

Para prevenirla conviene ponerse varias capas de ropa: la seda, la lana y los tejidos sintéticos térmicos son buenos aislantes. Es esencial llevar gorro, impermeable, comida y muchos líquidos. Una manta térmica de repuesto es muy útil.

Los síntomas incluyen agotamiento, entumecimiento, escalofríos, dificultad al hablar, letargo, tropiezos, vahídos, calambres, violentos arranques de energía y un comportamiento irracional.

El tratamiento incluye cambiar la ropa húmeda por seca, tomar líquidos calientes –nada de alcohol– y comida rica en calorías, fácil de digerir. No hay que dar friegas, si son demasiado bruscas pueden provocar un paro cardíaco.

Picaduras de mosquito

La mejor protección es llevar mangas largas, pantalones largos, sombrero, calzado cerrado y repelente de insectos con un 25% o 35% de DEET, cuya protección dura unas 6 h. Para los niños de 2 a 12 años debe tener un 10% de DEET o menos, que dura unas 3 h.

Los repelentes de insectos elaborados con aceite de eucalipto y de soja cumplen su cometido, pero solo duran de 1½ a 2 h.

Si se duerme al raso o en lugares en los que haya mosquitos conviene utilizar una mosquitera con malla de 1,5 mm, preferentemente tratada con permetrina y meter los extremos bajo el colchón.

Insolación y golpe de calor

Conviene no exponerse al sol del mediodía, llevar gafas de sol, sombrero de ala ancha y filtro solar con protección SPF para los rayos UVA y UVB. No debe olvidarse que el sol es más intenso a medida que aumenta la altitud.

La deshidratación y la insuficiencia de sales pueden causar el agotamiento por calor. Cuando se llega a un clima caluroso hay que tomar muchos líquidos y evitar el exceso de alcohol o la actividad agotadora. La exposición larga y continua al sol puede provocar un golpe de calor.

Agua

En general, no es seguro beber agua corriente. Hervirla durante 1 min es lo más efectivo para depurarla. A altitudes de más de 2000 m hay que hervirla 3 min.

También puede desinfectarse con yodo o pastillas purificadoras, o utilizar un filtro de agua o Steripen. Las tiendas de material para actividades al aire libre son buena fuente de información.

Salud de las mujeres

Viajar a Lima es relativamente seguro si se está embarazada, pero encontrar atención obstétrica fuera de la capital puede ser difícil. No se recomienda que las mujeres embarazadas asciendan a grandes altitudes. Durante el embarazo no debe administrarse la vacuna de la fiebre amarilla.

Seguro de viaje

Es muy recomendable contar con una póliza en caso de robo, pérdida, accidente o enfermedad. Siempre hay que llevar encima la tarjeta del seguro. No todas las pólizas compensan a los viajeros por equipajes perdidos o enviados a otro destino. Léase la letra pequeña para comprobar si excluye “actividades peligrosas”, como submarinismo, motociclismo o incluso senderismo. También conviene cerciorarse de que el seguro es válido en los peores casos, como evacuaciones o vuelos de regreso.

Cualquier robo o pérdida debe denunciarse a la policía local (o autoridades aeroportuarias) en un plazo de 24 h. Para cursar una reclamación hay que guardar todos los papeles.

Informarse es importante

Antes y durante el viaje recomendamos que cualquier información relacionada con seguridad, salud, trámites administrativos como la expedición de visados, etc. sea verificada con el Ministerio de Asuntos Exteriores del país del viajero.

 

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