Viajar con niños en Perú puede resultar ventajoso, ya que se trata de una sociedad muy familiar que valora a los pequeños como tesoros. Los padres podrán entablar conversación con los lugareños más fácilmente gracias a sus hijos, rompiendo las posibles barreras culturales. Además, Perú es un lugar estupendo para los niños, ya que les ofrece muchas posibilidades de explorar e interactuar.
Aunque es un destino ideal para ir con niños, no está de más tomar las precauciones habituales, entre ellas las vacunas. Las tarifas también suelen ser más baratas o incluso gratuitas.
Lo más importante es la dieta. Solo debe beberse agua filtrada o mineral. También conviene evitar las verduras crudas, a menos que se hayan preparado de forma correcta. Hay que ser especialmente cuidadoso con la comida para evitar peligrosas diarreas. Los bebés son más vulnerables ante la hepatitis A y la fiebre tifoidea, que se contraen vía comida o agua contaminada, porque normalmente todavía no han sido vacunados.
El sol puede ser peligroso, en especial en las alturas, por lo que conviene que estén bien tapados y protegidos con filtro solar. Y no hay que olvidar el mal de altura, por lo que es importante realizar una buena aclimatación. No se recomienda llevar a niños menores de 3 años a gran altitud. Conviene consultar al pediatra sobre la aclimatación de los niños a la altitud.
No se debe llevar a niños menores de 9 meses a regiones selváticas, puesto que la vacuna de la fiebre amarilla no es segura en esta edad.
Todos los viajeros que visitan países con malaria endémica deben consultar a su médico para contar con medidas de quimioprofilaxis según la edad y factores de riesgo. Las directrices actuales recomiendan la mefloquina, doxiciclina y atovaquona/proguanil, también aptas para niños aunque con restricciones según la edad y la fórmula. En algunos casos el tratamiento debe comenzar dos semanas antes de viajar, por lo que se debe planificar con antelación.
Los repelentes para insectos con DEET son seguros para niños en concentraciones inferiores al 30%, según la American Academy of Pediatrics (para adultos hasta 50%), pero no se recomiendan para bebés menores de 2 años (se aconseja protegerlos con telas o utilizar mosquitera).
Debido a que abundan los perros callejeros no está de más vacunarlos contra la rabia. La mayoría de los perros son tranquilos, pero es mejor evitar los que parezcan agresivos.
Los restaurantes no cuentan con menús para niños, pero la mayoría ofrece platos adecuados para ellos o atiende peticiones especiales. Se pueden pedir platos sin picante para compartirlo con otro niño o con un adulto. No hay que esperar a que todos tengan hambre, pues el servicio puede ser lento. Algunos restaurantes grandes cuentan con tronas.
Los viajes en tren o en piragua por la selva son toda una aventura para ellos. El turismo comunitario en zonas rurales puede ser una estupenda opción. Muchas de las actividades para adultos pueden adaptarse a los niños. Los paseos a caballo o el barranquismo suelen tener un límite de edad (a partir de 8 años), pero son perfectos para los adolescentes. Algunos ríos son apropiados para que los niños vayan en barca o hagan rafting; hay que asegurarse de que las agencias proporcionan salvavidas y trajes de neopreno de la talla adecuada.
En verano (de diciembre a febrero) hay más posibilidades de disfrutar de buen tiempo y divertirse en la playa, aunque se puede ir a la costa todo el año. Conviene evitar el Altiplano durante los meses de lluvia (de diciembre a marzo). La estación seca en el Altiplano, de junio a agosto, es ideal para explorar Cuzco y Machu Picchu, aunque es la temporada de mayor afluencia de turistas.
La mayoría de los hoteles de precio medio y alto ofrecen descuentos si los padres comparten la habitación con niños menores de 12 años, y solo los de lujo proporcionan cunas. Las cabañas y apartamentos en destinos playeros, son una buena opción para cocinar por cuenta propia.
Cuando se planea un itinerario conviene involucrar a los niños en la planificación desde el principio. En caso de alquilar un coche, se debe preguntar si se puede reservar un elevador. Viajar con niños de Lonely Planet (2017) ofrece buena información, consejos y anécdotas.
En Perú no es necesario ceñirse a un plan, puesto que muchas actividades se pueden reservar con poca antelación.