Destinos frescos para desafiar el verano
Islandia: un verano corto, pero intenso

1. “El viajero ve lo que ve, el turista ve lo que ha venido a ver.” Gilbert Keith Chesterton
2. “Un viajero sabio nunca desprecia su propio país.” Carlo Goldoni
3. “Un buen viajero no tiene planes fijos ni la intención de llegar.” Lao Tse
4. “No existen tierras extrañas. Es el viajero el único que es extraño.” Robert Louis Stevenson
5. “El turista no sabe dónde ha estado. El viajero no sabe dónde irá.” Paul Theroux
Y es que, aunque el Valle del Loira sea famoso por sus imponentes castillos, lo cierto es que se trata de uno de los destinos gastronómicos más potentes en Francia. Desde las granjas y los viñedos hasta algunos de los más famosos restaurantes con estrellas Michelín: todos tienen algo digno que ofrecer a sus visitantes.
No te pierdas este menú con la mejor selección culinaria del Valle del Loira. ¿Y tú? ¿Qué vas a tomar?
Rillettes en Turena
Al contrario de lo que pueda parecer, no es necesaria ninguna clase de guía turística para recorrer Savoca. Este tradicional pueblo siciliano es pequeño y mucho menos turístico de lo que cabe pensar, o al menos de lo que yo me hubiera imaginado. Poco ha cambiado, salvo la evolución natural de la isla, desde aquel cálido verano de 1971 cuando un prometedor Coppola se instaló en Savoca para dar vida a la trilogía que lo catapultó a la fama.
Las razones de tamaña afición no son casuales, sino históricas. En el corazón de la Bohemia occidental se levanta Pilsen, una ciudad que huele a lúpulo y que vio nacer la primera y original cerveza pilsner. Todo empezó en 1295 cuando el rey Wenceslao II otorgó la licencia para fabricar pivo (cerveza en checo) exclusivamente a 257 familias de esta localidad bohemia situada a escasos 90 kilómetros de Praga.
Aquella tierra desértica y ventosa donde el Poniente, el Levante y el Terral suelen soplar con fuerza de dos a tres días por mes sólo parecía tener interés para los cineastas, que no perdieron la oportunidad de llenar de fugitivos, vaqueros y buscavidas sus paisajes de pitas, cortijos decadentes y lomas peladas. No en vano el vecino desierto de Tabernas no pillaba muy lejos y desde allí llegaron los dólares del cine y los vaqueros del espagueti western.
A la capital de Hungría también se la conoce como “el Pequeño París de Centro Europa”, debido a su extenso patrimonio, inscrito en las listas de la UNESCO en 1987 en la que se incluyen las orillas del Danubio, el Barrio del Castillo de Buda, la Avenida Andrássy, la Plaza de los Héroes y el Metro de Budapest, el segundo más antiguo del mundo.
Volamos así a Suecia para empaparnos de la esencia de su hermosa capital en una visita dos días. Verás que es posible en apenas 48 horas ¡Síguenos!