La isla más poblada de Indonesia mezcla futuro, pasado y belleza natural del país.
La ruta empieza en Yakarta, donde toca sumirse en los vertiginosos olores, sonidos, imágenes y gentes de la vibrante capital. Se saborea una cerveza Bintang y se va de compras antes de dirigirse a Batu Karas para un relajado ambiente playero o a los resorts de la cercana Pangandaran.
Después de disfrutar del sol una semana, se toma un tren a Yogyakarta la capital cultural de Java. Se prueba un batik, se pasea por el kraton (palacio de la ciudad amurallada) y se gastan unas rupias en los animados mercados. La excursión al majestuoso Borobudur es imprescindible.
Desde Yogyakarta se va a Solo, pasando por los enigmáticos templos de Prambanan. Se visita el Parque Nacional de Bromo-Tengger-Semeru y se pasa una noche en el labio del cráter Tengger. Desde aquí se pone rumbo a la costa sureste y al Parque Nacional de Meru Betiri. Con suerte, se puede ver la ardilla gigante. Finalmente se sigue la costa hasta el Parque Nacional de Alas Purwo, donde hay leopardos y excelente surf en G-Land.