Los trenes de alta velocidad en China
Antes solo Japón era famoso por su red de trenes de alta velocidad, con sus shikansen, o trenes bala, presentados al mundo en 1964. En la actualidad, el país del sol naciente sigue siendo un líder en tecnología ferroviaria, pero el título de capital mundial de los trenes de alta velocidad pertenece a China.
En la década que siguió al estreno de sus primeros trenes de alta velocidad para pasajeros, China ha construido más de 22 000 km de vías de alta velocidad, creando la mayor red del planeta. En el 2017 el país lanzó el tren más veloz del mundo, conocido como 'Fuxing' o 'Harmony', que viaja a un máximo de 350 km/h, reduciendo el tiempo de trayecto entre Beijing y Shanghái a menos de seis horas.
China posee la mayor red de trenes de alta velocidad del mundo, con más de 22 000 km de vías © HelloRF Zcool / Shutterstock
Hoy, los trenes de alta velocidad de China –definidos oficialmente como trenes de pasajeros que viajan a velocidades de 250-350 km/h– transportan pasajeros a casi todas las provincias del país. Tras la inauguración, en julio del 2017, de la primera línea de alta velocidad de la Región Autónoma de Mongolia Interior, solo quedan por conectar el Tíbet y la diminuta Ningxia; pero dados los planes de expansión continuada de la red, no pasará mucho tiempo antes de que ambas regiones cuenten también con líneas de alta velocidad.
Todo esto permite recorrer las vastas distancias de este país de forma ultra rápida y relativamente económica. Si al viajero le apetece darse un garbeo rápido por el ‘Reino del Medio’, esta es nuestra selección de algunas de las rutas de alta velocidad más épicas del país.
1. El tren Shangri-La
Cubre la ruta de alta velocidad más larga del mundo, y su servicio más rápido tarda menos de 11 horas en recorrer más de 2700 km. Este tren, que va de Beijing a Kunming, ofrece una ruta realmente épica.
El tren de alta velocidad pasa ante la puerta Yongding de Beijing transportando pasajeros por todo el país, China © HelloRF Zcool / Shutterstock
Partiendo de la imperiosa capital de China, Beijing, el tren serpentea hacia el sur atravesando la industrializada provincia de Hebei y adentrándose en la agreste y polvorienta Henan, partida en dos por el poderoso río Amarillo, antes de seguir hacia el oeste cruzando Húnán, la provincia natal de Mao Zedong, y los paisajes kársticos de Guizhou hasta llegar a Kunming, capital de la provincia más suroccidental de China, Yunnan. El tren lleva el nombre de una de las ciudades más famosas de Yunnan, la mítica Shangri-La, acurrucada en las alturas del norte montañoso de la provincia, que pronto contará con su propia línea de alta velocidad.
Shangri-la, cuna del 'gompa' Ganden Sumtseling, un antiguo monasterio tibetano con 300 años de historia, China © Suttipong Sutiratanachai / Getty Images
Una buena pausa en el trayecto es Zhengzhou, cerca de la ciudad de Luoyang y de las Grutas de Longmen, una de las tres grandes galerías antiguas de arte rupestre budista de China. Cerca de Zhengzhou también se halla el templo Shaolin, la supuesta cuna del kung fu chino.
2. El tren Panda
Recorriendo 1690 km entre 12 y 13 horas, este tren viaja desde una antigua capital china hasta la capital de los osos panda del mundo.
Parte de Nanjing, una ciudad con una historia orgullosa y trágica a la vez, y cruza como un rayo la cuenca del Yangzi hacia la región de megaciudades de Chongqing, puerta entre el la China oriental y la suroccidental. Desde allí avanza hacia el núcleo montañoso de Sichuan hasta llegar a Chengdu, sede la la mundialmente famosa Giant Panda Breeding and Research Base.
Un panda gigante mastica bambú en el centro de cría de pandas de Chengdu, China © kiszon pascal / Getty Images
De camino, el tren pasa por Yichang. Es un buen sitio para parar y admirar la descomunal Presa de las Tres Gargantas o disfrutar de un crucero por el río Yangtsé hacia Chongqing.
3. El tren de la Ruta de la Seda
El primer tren de alta velocidad que llegó a las vastas regiones del oeste de China conecta los 1776 km que hay entre Ürümqi, capital de la provincia de Xinjiang, y Lanzhou, capital de Gansu, en algo menos de 12 horas. El tren sigue la antigua Ruta de la Seda por la ciudad oasis de Turpan, el punto geográfico más bajo de China, a 154 m por debajo del nivel del mar. Desde allí cruza uno de los territorios más agrestes del país hasta llegar a Jiayuguan, donde se halla el extremo oeste de la Gran Muralla que marca, simbólica e históricamente, el final del antiguo imperio chino.
Tren en Xinjian, Ruta de la Seda, China © C. Na Songkhla / Shutterstock
Después se lanza hacia el suroeste a través del corredor del Hexi en Zhangye, donde se puede parar para contemplar las surreales rocas arcoíris del Parque geológico nacional Zhangye Danxia, y cruza las Montañas Qilian, donde la vía se eleva 3607 m sobre el nivel del mar, convirtiéndose en la vía de alta velocidad más elevada del mundo.
Tras saborear los famosos fideos lamian elaborados a mano en Lanzhou, el viajero puede volver a montar en el tren y recorrer la línea inaugurada hace poco que va de Lanzhou a Xi’an, y completar el recorrido por la Ruta de la Seda visitando los famosos Guerreros de Terracota.
Grandes viajes: la Ruta de la Seda
4. El tren de la costa
Cubriendo el recorrido a lo largo de la costa sur de China, pasando por las provincias de Zhejiang, Fújiàn y Guǎngdōng, la línea de Shanghái a Hong Kong, de 1623 km, conecta dos de las megaciudades más vibrantes de Asia en unas 12 horas.
Es buena idea apearse del ‘tren de la costa’ en Fujian para alojarse en una 'tulou' (casa redonda), China © Richie Chan / Shutterstock
Dirigiéndose hacia el sur desde la colosal Shanghái vía Hangzhou y su bello Lago del Oeste, el tren pasa a través de los frondosos y semitropicales tramos costeros del sur de Zhejiang hacia la provincia de Fújiàn. Allí se detiene en la capital provincial, Fuzhou, antes de seguir adelante hacia la antigua ciudad portuaria de Xiamen, poseedora de algunas de las mejores playas urbanas de China y próxima a las ‘tǔlóu’ de Fújiàn (las casas de arcilla redondas de los hakka).
Después el tren atraviesa la montañosa frontera del suroeste con Guǎngdōng rumbo a la capital tecnológica del país, Shenzhen, desde donde se accede fácilmente a la vibrante Hong Kong con el MTR (metro de Hong Kong). Hay planes para prolongar las líneas de tren de alta velocidad hasta la misma ciudad.
5. El tren del Festival del Hielo
La red ferroviaria de alta velocidad china sigue extendiéndose por el noreste del país –dongbei–, una zona económica y políticamente importante, conectando esta región montañosa con el resto de China.
¡Todo el mundo a bordo del tren de hielo! La línea de alta velocidad a Harbin permite visitar el festival de hielo anual en enero, China © Anita Isalska / Lonely Planet
Este tren tarda 12 horas en recorrer los 2400 km que hay entre Shanghái y Harbin, en uno de los trayectos en tren más largos del país. Viaja hasta las provincias costeras orientales de Jiangsu –cuna de la gentil Suzhou y sus jardines y canales imperiales– y Shandong, donde nació Confucio. Por el camino para en Tai’an, punto de partida para ir a Tài Shān, el más sagrado de los cinco montes taoístas de China.
Después serpentea rumbo a la costa del golfo de Bohai, parando en Beidaihe, un popular resort que cuenta con una de las pocas playas de China, antes de cruzar las provincias de Liaoning y Jilin, y terminar su trayecto en Harbin. El psicodélico Festival de Esculturas de Hielo de Harbin se celebra cada año entre las temperaturas bajo cero de un enero muy dongbei.
Harbin, el Reino de Hielo
6. El tren de la isla
Cuando se inauguró en el 2015, fue la primera ruta ferroviaria circular de alta velocidad. Rodea la tropical isla Hǎinán, del sur de China, que flota entre la provincia de Guangdong y el noreste de Vietnam. Una parte de la línea corre paralela a la costa de la isla, ofreciendo maravillosas vistas del mar de la China Meridional.
El ‘tren de la isla’ rodea Hainan y da acceso a playas tropicales, China © luxizeng / Getty Images
Desde la húmeda capital, Haikou, el tren circula 650 km alrededor de la isla en unas cinco horas, conectando todos los aeropuertos de Hǎinán. También pasa por ciudades como Wanning, en la costa este de la isla, que ofrece acceso a algunas de las pocas playas surfistas de China. Sin embargo, para disfrutar de las mejores playas, lo mejor es visitar la ciudad resort de Sanya, en la punta más meridional de la isla.
Consejos para viajar en tren de alta velocidad en China
- Los trenes de alta velocidad que viajan de día ofrecen butacas de segunda y primera clase, con alguna oferta ocasional en clase business. Si bien las butacas de segunda clase son más pequeñas, resultan amplias y confortables.
- Los trenes de alta velocidad son extremadamente puntuales. Las barreras de acceso al andén se cierran tres minutos antes de que parta el tren, hay que tenerlo en cuenta.
- Gracias a las pegatinas con números que hay en el andén uno sabe exactamente donde situarse para subir a su vagón; ya que estos suelen detenerse casi en la marca exacta. No hace falta correr tras la puerta del vagón correspondiente cuando el tren entra en la estación.
Tren de alta velocidad, China © cyo_bo / Shutterstock
- Todos los trenes de alta velocidad cuentan con aseos excelentes, provistos –por raro que sea en China– de papel higiénico. También tienen grifos de agua hirviendo para prepararse un té o unos fideos instantáneos, y muchos trenes ofrecen servicio de tentempiés o incluso tienen vagón restaurante.
- Reservar billetes de tren desde fuera de China es fácil si se usa Ctrip; los billetes se entregan en el hotel o se recogen en la estación en persona. Es necesario presentar el pasaporte para comprar o recoger los billetes; y es importante introducir bien el número de pasaporte al efectuar la compra en línea para no tener problemas después.
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