Bienvenidos a Japón
Japón es realmente un lugar eterno, donde las antiguas tradiciones se fusionan con la vida moderna de la manera más natural del mundo.
Cultura tradicional
A primera vista, Japón es un modelo de modernidad, pero viajando por el país surgen numerosas ocasiones de contactar con la tradición. Se puede pernoctar en un ryokan (posada tradicional japonesa), durmiendo en futones sobre tatamis, y atravesando antiguos salones de madera para llegar al baño, o ir un paso más allá y dormir en una vieja granja. Se puede cantar con los monjes o aprender a batir el matcha (té verde en polvo) hasta hacer espuma; contemplar la danza de las geishas o la belleza inmóvil de un pétreo jardín zen.
Paisajes espectaculares
Japón es un archipiélago volcánico alargado y estrecho. Más de dos tercios de su superficie es montañosa, con fuentes termales por todas partes. Los meses más cálidos se prestan a las excursiones por bosques de cedros y campos de flores silvestres, ascendiendo a altas cumbres y descubriendo antiguos santuarios fundados por peregrinos ascetas. En invierno la nieve lo cubre todo y hay excelentes oportunidades para el esquí (y, aún mejor, para bañarse en algún onsen). En el sur, en cambio, se encuentran playas tropicales donde tomar el sol o practicar buceo, submarinismo y surf.
Una gastronomía exquisita
Allá donde se esté, en Japón nunca hay que recorrer más de 500 m para comer estupendamente. Muchos restaurantes suelen estar especializados en un solo plato –quizá perfeccionado durante generaciones– y prestan gran atención a los ingredientes frescos y la composición del plato. No habrá que viajar mucho para descubrir lo variada que es la cocina japonesa. Los consistentes guisos de las montañas, por ejemplo, están a un mundo del delicado sushi típico de la costa. También cambia con la temporada, lo que significa que puede visitarse el mismo sitio en dos momentos diferentes y experimentar sabores completamente nuevos.
Ciudades dinámicas
Los paisajes urbanos de las ciudades japonesas, llenos de neones, parecen decorados de una película de ciencia ficción, aunque algunos no hayan cambiado en décadas. Ciudades como Tokio y Osaka han ido añadiendo nuevas maravillas arquitectónicas y en sus bulliciosas calles, sus restaurantes y locales de copas abiertos las 24 h y centros creativos, nacen tendencias que son seguidas en todo el mundo. Los desplazamientos siempre son fáciles y seguros, tanto si se usa el metro por la ciudad como si se sube al shinkansen (tren bala) para ir de una ciudad a otra.
Por qué me gusta Japón
Por Rebecca Milner, autora
Llevo 15 años viviendo en Tokio y siguen apareciendo cosas nuevas que me sorprenden, a veces a diario. Es lo que pasa cuando vives en un lugar que se enorgullece de su constante renovación y reinvención: nunca envejece. A lo largo de estos años han venido a visitarme a Japón familiares y amigos, y aún hoy, cuando veo el asombro y el deleite en sus rostros al contemplar por primera vez el Templo Dorado de Kioto o al experimentar la amabilidad de perfectos desconocidos, regreso al momento de mi primer encuentro con un país que me sedujo al instante.
Información práctica
Ciudades y Regiones
Qué ver
Descubrir Japón de otra forma
Viajar con niños Japón
Japón es seguro, limpio y moderno, un lugar estupendo para ir con niños. Lo malo es que muchas atracciones culturales (santuarios, templos y museos) pueden aburrirles; habrá que incluir actividades para ellos. A los adolescentes les encantarán la cul
Historia Japón
La historia de Japón se ha modelado en gran parte por su aislamiento como isla-nación y por su proximidad al colosal continente asiático (y en particular, por sus vecinos, Corea y China). En las épocas de apertura ha sido permeable a las diversas ide
Tienda
Un recorrido por más de 200 libros de viaje para descubrir todos los países del mundo.Artículos más leídos de Japón
Ver más artículosDónde dormir
Con más de 1.750.000 alojamientos e innumerables ofertas que se actualizan a diario, el viajero podrá reservar el hotel, la villa, el apartamento o incluso el riad ideal para disfrutar al máximo su estancia.